Hoy voy a comentar desde dentro y con conocimiento de causa el beneficio y el perjuicio que tiene para un país la subvención a su industria cinematográfica.
Antes de comenzar, hay que explicar que hay diferentes tipo de subvenciones, las de capital publico y otras de capital privado... normalmente se habla de la inversión pública y tendemos a ignorar que hay fundaciones privadas que invierten su dinero en cine... ¿si tan malo es el subvencionar al cine... como determinados estamentos invierten su dinero? simplemente por que por regla general y a la larga da beneficios. Si, el cine es un negocio en el cual todos sacan su tajada... incluido los subvencionadores.
Imaginemos una ONG que se dedica a la ayuda a los países africanos y concretamente a Angola por ejemplo.
Hay una película que se está buscando financiación y habla de una historia que ocurre en un país africano (puede ser un drama o una comedia o una película romántica) la cuestión es que llegan a esa ONG y le piden financiación, está película a cambio de esa ayuda, incorpora en el guión a un personaje que va a comentar las necesidades que tienen en esa ONG y la labor que hacen en Angola (publicidad) con el fin de concienciar a los espectadores sobre el problema y que algunos de ellos se asocien o den donativos a dicha ONG o simplemente para hacer visible a la Organización y conseguir así entrevistas y visibilidad sobre su competencia , con lo cual la inversión en dicha película le reporte a esta ONG beneficios, tanto inmediatos como a largo plazo.
Hay infinidad de ejemplos en todas las películas, marcas de coches, compañías aereas, productos de consumo, ONGs. etc... todos ponen dinero "desinteresadamente" con el único fin de salir en ellas.
Ahora vamos a lo que escuece, la inversión con capital público.
Hay también dos tipos, Nacional o Autonómico.... vamos al Autonómico, imaginemos que una película vamos a rodardarla en Barcelona, pedimos al Ayuntamiento de Barcelona y a la CC.AA de Catalunya una subvención, ellos además de los requisitos, pueden pedir que obligatoriamente se doble al catalán, que hagan una publicidad positiva de Barcelona a cambio de la subvención.
Con ello consiguen fomentar su cultura catalana entre sus habitantes y por otro lado publicitar su ciudad en busca del turista... pero por otro lado además consiguen que parte del equipo (no me refiero solamente a actores, que en el mejor de los casos llegan a 20 personas, si no de todo el equipo técnico que pueden superar con creces las 300 personas) sean contratadas de la ciudad donde se va ha hacer la película, con lo cual muchos parados de esa comunidad consigan un trabajo una remuneración y por supuesto va ha revertir el dinero puesto por la ciudad en forma de cotizaciones de los trabajadores. Como veis el negocio es casi redondondo para la comunidad que invierte en una película de éxito en forma de subvención... ahora pienso en "Ocho apellidos Vascos" ¿cuantas personas no irán este verano a Euskadi por la película?... en fin que como vemos la cosa tiene su beneficio.
En el estatal el beneficio es mucho mayor, pero tanto que al final el estado suele recuperar 10 a 1 su inversión en forma de subvención.
No solo por que van a sacar a unas 300 personas del paro y van a cotizar a la Seguridad Social, no solo por que van a dinamizar sectores de servicio como caterings, hospedería y del sector oficios (carpinteros electricistas, albañiles) esos que montan y desmontan escenarios y que los profanos no saben que forman también parte del cine. es que además de todo eso, van a recuperar con creces su dinero gracias al iva en la recaudación.... continuando con "Ocho apellidos Vascos"
Seguramente llegue a recaudar 31 millones de euros en taquilla de los cuales mas de 6 millones y medio de euros irán a parar a las arcas públicas, es mucho dinero y muchos los beneficios.
Cuando las subvenciones son negativas, cuando el dinero se escamotea de forma interesada entre políticos sin escrupulos y porductoras caza subvenciones... ahí salimos perdiendo todos, el mundo del cine, la política y los ciudadanos... pero eso es otra historia