Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de CINEFILIA, veréis en la vida hay sectores del arte o del deporte que no se mide por lo bueno que seas, veréis puedes ser un gran boxeador, es más un boxeador excepcional imbatido y con el respeto de la profesión y no llegar jamás a ser una estrella de ese deporte, un pugil que mueve masas y crea espectación en cada velada, pues lo mismo pasa con el baile, puedes ser un gran bailarin, un artista que encuentra trabajo en cualquier reparto de un músical pero no llegar a estrella y eso es lo que le pasaba a Bob Fosse.
Veréis antes de empezar con la reseña de esta obra es obligatorio hablar del director de la obra, de su vida personal en la que sin ese conocimiento jamás llegaremos a entender este maravilloso film que es simplemente una obra maestra.
Esperando que sirva de descargo en lo sucesivo, quiero decir que sé que el apellido del director se pronuncia Fossi, pero han sido tantos años diciendolo mal que me parece que estoy hablando de otra persona curiosamente cuando lo pronuncio bien, y es que el gran Bob Fosse ha sido uno de los directores más reseñables de la época de los 70 un autor que ha definido e inspirado a directores de todos los géneros y que sin él, ese maravilloso cine creado tras la caída del sistema de estudios como fue el Nuevo Hollywood no se entendería en su totalidad.
La historia de esta reseña se remonta a cuando el director contaba con apenas 13 años, un chico admirador de Fred Astaire al que se le daba bastante bien el baile y el claqué.
Por aquel entonces su padre un vendedor ambulante que tocaba en autenticos tugurios, no le dolieron prendas en meter al muchacho a bailar entre cómicos de segunda, stripers alejadas de su mejor momento y de músicos carentes de talento con tal de ganar un poco de dinero.
La esperiencia vital de aquella época donde vivió cosas que no debía y descubrió el sexo con personas alejadas de lo que sería normal para un muchacho de su edad, marcaron profundamente su relación con las mujeres, incapaz de comprender conceptos como la moral, la decencia y la fidelidad y aunque esas taras marcaron parte de todos sus problemas personales, regalaron al arte uno de los mejores autores de todos los tiempos.
¿Y por que empezar por la vida del director para reseñas su película rodada en 1979 titulada All That Jazz?
Pues por que simplemente esta película es su vida, un autor colocandose delante de un espejo y mostrarse tal y como es, sin más defensa que la búsqueda de comprensión por parte de los espectadores.
Veréis normalmente cualquiera de nosotros que tuviera que narrar sus actos a lo largo de la vida, ensalzaría lo positivo y sería autoindulgente con todos sus errores y no hay que criticarlo, es normal, es necesario pensar que no somos unos monstruos, pero claro si esa persona que narra su vida tiene el mismo afan de supervivencia que un piloto kamikaze japonés en plena segunda guerra mundial pues se hará un relato descarnado, el mismo que Bob Fosse se hace en esta prodigiosa película.
Para poder hablar más de la gestación y producción del film, me van a permitir que antes de nada les cuente un poco sobre la trama de esta obra, aunque ya sabéis los asiduos al canal siempre sin spoiler, no es necesario destruir la magia de la película contando más de lo necesario, así que por ese lado tranquilos.
La película nos adentra en la vida de Joe Gildeon un coreografo en lo más alto de su carrera, los contratos en Brodway se mezcla con la dirección de películas y justo en ese momento se ve en un pico de trabajo que le lleva a por un lado preparar un Musical para la escena Neoyorquina y por otro lado cerrar el montaje de su último film rodado que ya empieza a acumular retrasos.
La tensión de tener que dividirse deja patente la poca atención que le dedica a su vida personal, dejando colgada constantemente a su hija y debido a la promiscuidad de Gildeon le lleva a tener problemas con su novia actual Kate Jagger y por si todo esto fuera poco vive en una constante espiral de dependencias, el alcohol, el tabaco, drogas relajantes para dormir y estimulantes para no quedarse dormido le llevan a que se asome al precipicio mientras hace lo que mejor sabe hacer, crear coreografías únicas con el mejor elenco posible y hasta aquí te voy a contar el resto de la película has de verla tu y disfrutar de esta singuar joya del séptimo arte.
Y ahora con la trama del film planteada creo que ha llegado el momento de contarte como y por que se gestó esta película, pero antes permiteme un breve parentesis, te gusta el cine?, quieres que te aconseje o te recuerde film de calidad de todos los tiempos? pues suscribeté si es que aún no lo has hecho y empieza a formar parte de esta fantástica comunidad cinefila que formamos todos los suscriptores, yo por mi parte me comprometo a subir dos reseñas semanales e intentar que pases un rato agradable en youtube.
Pues cerrando el parentesis volvamos a la producción del film.
La película nace de la autentica experiencia casi mortal que sufrió Bob Fosse en 1974 cuando un infarto de miocardio le llevó a estar hospitalizado y a someterse a una operación a corazón abierto en el que su vida no estaba asegurada, el caso fue que en aquella época estaba cerrando el montaje de su película Lenni y por otro lado montando el musical Chicago en Broadway, esa carga de trabajo junto a la multitud de excesos llevaron a su corazón a decir basta.
Tras esa experiencia cercana a la muerte, su visión de la vida cambió y se vio en la necesidad de contar en una película lo efímero de la existencia y junto a su amigo personal el guionista Robert Allan Arthur empezaron a crear un guón sobre la novela Ending de Hilma Wolitzer que narra una experiencia muy parecida a la sufrida por él, pero no llevavan ni la mitad del trabajo escrito cuando Fosse paró el proyecto y propuso a su amigo a escribir juntos una historia que conocian tan bien como su propia vida y eso fue lo que les llevó a ambos a escribir un film que no es autobiografico del todo ya que quizá por una necesidad de expandir la historia y proteger a personas ajenas a la obra cambiaron los nombres de estas.
Y es que aunque pueda parecer paradogico su relación con las mujeres, muy alejadas de lo idilico, si que sentia por ello un cariño especial aunque ya no formaran parte de su vida y por eso no es de extrañar que haya cameos de estas en la película e incluso la actriz y bailarina Ann Reikin que por aquel entonces era su novia y que sus problemas eran box populi, encarna a su alter ego en la película haciendo de Kate Jagger la novia en la película de Joe Gildeon que lo interpreta un amigo personal suyo Roy Scheider, el reso tel elenco lo forman Angela interpretado por una jovencisima Jessica Lounge, Cliff Gorman que hace del actor Davis Newman o lo que es lo mismo interpreta a Lenni de Dustin Hoffman, Ben Verén que hace casi de si mismo un actor que conoció a Fosse cuando realizaba el músical Pippin y por el que ganó un Toni y una de mis debilidades el actor John Lithgow que interpreta al coreografo rival Lucas Sargent.
La película es acertada, brutal, no es un músical ni mucho menos, aunque al narrar la vida de un coreografo en medio de la tormenta de la creación de un montaje musical si que hay algunos números de bailes, pero este film es un drama, una película que narra la autodestrucción de un personajes sin ponerse paños calientes, como el torbellino de excesos llevan a un laverinto vital que termina en colapso, el colapso del que probablemente sea el mejor coreografo de la historia, sus bailes son imitados por infinidad de artistas en el que el más destacado es Michael Jackson pero de lo que no me cabe duda es que estamos ante uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos, sus largometrajes podemos contarlos con los dedos de una mano y aún así tiene 3 obras maestras del cine, Cabaret de 1972, Lenni de 1974 y este increible film All that jazz de 1979. Obras memorables de un bailarin que sabía que jamás sería estrella del baile y que se convirtió en el astro sol de la coreografía y la dirección de cine.
Y con el consejo de que si no conocéis la película os asoméis a esta maravilla singular como pocas y que si la conoces ya sabes de lo que hablo me despido, no sin antes desarte un par de deseos, el primero es que seas inmensamente feliz y el segundo como no puede ser de otra forma que vivas el cine
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