sábado, 9 de marzo de 2013

El Contrato del Dibujante



Sinopsis: En la Inglaterra 1694 un reputado dibujante, el Sr Neville, visita la mansión del Sr Herbert, la mujer de este, le ofrece un contrato para que pinte la casa y los jardines de forma secreta a su marido que esta de viaje para darle una sorpresa a su regreso. Pronto se dará cuenta el Sr Neville que el contrato guarda algún secreto domestico

 Reparto: Anthony Higgins, Janet Suzman, Anne Louse Lambert, Neil Cunnigham, Hugh Frasier

 Director: Peter Greenaway

 Comentario del acomodador:
He de confesar que esta película fue una de esas obras que me marcaron en la vida, ya que la primera vez que la vi tendría unos 14 o 15 años en la televisión y resulto ser  una ventana abierta a nuevas músicas, nuevo cine y he de decir con un poco de reparo que durante semanas o quizá meses machaque a mi audiencia, amigos y familiares con la narración continuada de aquella obra de Peter Greenaway.
 Durante tiempo endiosé a Nyman por aquella banda sonora original y creo que aún lo hago y al director del film Peter Greenaway que se ha combertido con el paso del tiempo y de sus películas en un valor bastante inestable.
 La trama podríamos describirla como la historia que pasa antes de que llegue el detective en las novelas de Agatha Christie, y nos deja ese papel a nosotros... aunque el final no esta cerrado, es tan evidente que no podemos describirlo como final abierto, se quedaría en un punto intermedio como esos acertijos tan simples que solo un niño se alegra de descifrar.
 Pero si hay algo que a día de hoy me sigue impactando es la puesta en escena y esos juegos que Greenaway tiene con el espectador y te preguntas por que todo el mundo va vestido de blanco y solo el dibujante de negro y al final de la película las tornas cambian y todos van de negro y el dibujante de blanco y es con una revisión posterior en la que descifras el sentido al enigma planteado, que junto con la estatua viva fue para mi una de esas visiones que me impactaron en la adolescencia.
Lo más acertado de este thriller es la época en la que se enmarca la obra, una edad lo suficientemente avanzada como para disponer de leyes y suficientemente primitiva como para que sea imposible llevarlas a cabo, lo curioso es que Greenaway en ningún momentó pensó en la obra como tal, el solo quería contar una historia de construcción artística y contar una trama solo como excusa de mostrar los artílugios de pintura usados en el Siglo XVI, sin embargo le sale casi sin querer una autentica marvilla que jamás en su trayectoria el director de Newport ha conseguido igualar.
 Para mi es una obra maestra, de un genio inconstante en sus obras que debe de ser vista un par de veces para su total comprensión y descifrar todas las incognitas que quedan entornadas en la historia
 Voy a verla de nuevo mientras apuro esta copa de armagnac

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