viernes, 19 de marzo de 2021

Nosferatu 1979

 Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de CINEFILIA, hoy con todos vosotros la versión que hizo Werner Herzog del clásico del terror mudo NOSFERATU, rodada en 1979.



Cuando se hace un remake de una obra que es un referente no solo de un género si no de todo un arte como es el Nosferatu de Murnau, se corre el riesgo de que te compares y salgas perdiendo ya que es difícil de empatar con obras que pertenecen al arte universal, pero si eres un director inteligente como Herzog e intentas separar tu obra lo máximo posible de tan grandiosa película, consigues crear una versión lo suficientemente diferenciada como para ser un film con entidad propia pero sin alejarse de las estética del Nosferatu de 1922.

La obra nos cuenta la vida de Jonathan Harker que está casado con Mina, un día su jefe el Sr Renfild le dará un encargo bastante suculento en lo económico pero a la vez perturbador, cerrar la compra de una casa en la mansión rumana del Conde Drácula, seguir con la trama es bastante inútil ya que todos sabemos como continua. 

Pero si contamos que los giros que tiene esta película, aprovechándose de planos completos que están en el imaginario colectivo gracias al primer Nosferatu y un montaje que viaja entre lo onirico y lo real, tenemos este maravilloso film que es toda una obra de culto, el momento en que los ataudes de las victimas del vampiro achacadas a una pandemia universal como es la peste, nos traen momentos reales vividos casi 50 años despues, creando una especie de profecía.

Herzog decide darle un papel más activo a Mina y hace de ella el verdadero heroe que luchará a muerte con el vampiro con la intención de salvar al pueblo y a su esposo de tan negra y despiadada sombra, inviertiendo el rol activo de Jonathan en todas la versiones  por uno más pasivo y complaciente.

Esta película no podría funcionar si no tuviera uno de los mejores elencos Europeos del momento.

Bruno Ganz que tocaría el cielo tras encarnar a Adolf Hitler en el Hundimiento, era un actor con una trayectoria envidiable donde podemos destacar el papel protagonista en el Amigo Americano de Wim Wenders o este Nosferatu de Herzog en donde representa a un Jonathan Harper lleno de debilidades y miedos.

Para Mina eligió a una de las actrices más eficaces en su oficio, leyenda viva del cine francés que  encima posee una de las bellezas más arrebatadoras de la historia de este arte, la grandísima Isabelle Adjani que a pesar de tener solo 24 años cuando rodó esta película ya tenía varios títulos de relumbrón en su haber como era, El diario intimo de Adela H de Truffaut o El quimérico inquilino de Polanski, Adjani interpreta a una mujer poderosa llena de fuerza y muy alejada de la Mina victima del conde que narra la novela de Stoker, convirtiéndose en una de las pocas mujeres que se han enfrentado a tan famoso chupasangre en la historia del cine.

Y para encarnar al vampiro, aquí tenemos a una leyenda del cine universal de todos los tiempos el grandioso Klaus Kinski, su forma de interpretar al vampiro, sus modos y su técnica nos transportan inmediatamente a la obra en la que se basa el Nosferatu de 1922 creando una interpretación tan eficaz en la que podrías a llegar a confundir ambos vampiros e incluso apoderandose del original en muchos momentos de la cinta como en la escena del gallo, todo un poderío interpretativo de primer orden.

El poco presupuesto que tenía la obra, hizo que el sistema de positivado fuera el famoso Eastmancolor de Kodak el más barato del momento, con lo que los colores apagados no dejaron ver quizá la potencia visual de un Nosferatu de colores vivos y unos rojos carmesí que hubieran dado un aspecto mucho mejor terminado a la cinta, aún así esta obra es un indispensable para cualquier aficionado al terror y una obra por descubrir a las nuevas generaciones de aficionados al cine.

Pero el que crea que el rodaje fue sencillo, es que entonces no conocía la relación de odio casi homicida entre el director y el divo alemán. Para que os podáis hacer una idea, Kinski quería un vampiro energico lleno de vitalidad y Herzog un hombre al final de sus días, la discusiones entre ellos eran casi insoportables, por lo que Herzog decidió realizar una técnica que ya le había funcionado en Aguirre y era repetir constantemente las tomas de Kinski hasta que ya exhausto rodaba más comedido y fueron esas las tomas que uso el director y que duda cabe que Herzog en este caso estaba en el camino correcto por que el resultado de Kinski en la pantalla es especialmente perturbador, una sombra decadente y putrefacta que intoxica todo lo que está a su alcance.

¿Y por que ver esta película? Primero por que es una de las obras que se toman a Stoker en serio, dando un metasentido al Conde Drácula, segundo por que está en la lista de las grandes películas del incomensurable crítico de cine Roger Herbert y tercero por que a pesar de ser un remake de una obra maestra llegó alzarse con el oso de plata en el festival de Berlín

¿Y donde podéis ver esta maravillosa obra? Pues la tenéis a vuestra disposición tanto en Filmin como En Prime y si queréis hacer una sesión doble con el original, propuesta que recomiendo a los más cinefilos la versión del 22 la tenéis tanto en Filmin como en Plex  

Un magnifico plan para esas noches que te apetece ver a un vampiro en acción.

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