Así que sientensé en sus butacas y preparense para alucinar con las desventuras de está última gran película del cimerio en la que todo el equipo de una forma u otra la saboteo.
Vamos a quitarnos del medio la trama para entrar lo antes posible en como se gestó, por que es casi más increible que la historñia de espada y brujería que nos cuenta Conan el Destructor
Esta película nos narra una nueva aventura de Conan, que es contratado por la Reina Taramis para traer de vuelta un extraño cuerno y a una bella princesa, durante el camino el cimerio conocerá a nuevos integrantes de un equipo que tendrá que resolver un conflicto dentro de esta misión.
Y prefiero no contar más de la trama por que tiene varios giros interesantes y si os los destripo os dejo sin película por que aunque entretenida no tiene mucho más.
A mi parecer Conan el Destructor es una película cumplidora que ofrece 103 minutos de diversión asegurada y que la historia más allá de repetir gran parte de la trama de la primera película sin hacer avanzar a nuestro héroe hacia ningún lado, dejándolo igual de plano que empieza, esta se resuelve de una manera tan eficaz que resulto ser otro éxito en taquilla y que habría pasado como una segunda parte más de una gran película si no fuera por La loca historia de como dinamitar una producción por parte de todo el mundo y esta suma de despropósitos empieza mucho antes de comenzar la preproducción.
John Millius director de Conan el Bárbaro se planteó la presencia del Cimerio en el cine como una trilogía donde el personáje avanzaba de esclavo a rey, pero DeLaurentis tenía otros planes para el personaje en donde el propio Dino quería tener el control total de las nuevas aventuras de Conan y eso con un director como Millius era imposible ya que jamás se plegaría a exigencias de un productor más allá de lo normal, así que Dino le dió carpetazo a la idea primitiva del director de San Luis y empezó a desarrollar su visión propia de las andanzas de Conan.
La idea de Laurentis era proporcionar una continuidad en lo visual al comic que estaba siendo un éxito absoluto, así que contrató a Roy Thomas guionista de la Marvel y que ya había actuado como asesor en la primera película, la idea de Dino era que fuera el guionista de esta nueva aventura
Éste no dudó ni un minuto y se involucró en la secuela filmica de Conan. Para ayudarle en tal cometido contrató a su intimo amigo y guionista de comics Gerry Conway, ambos se enfrascaron a escribir el guión mientras que Dino buscaba un director para el film.
El primer nombre que sonó era el director australiano Roger Donaldson que había hecho una primera película bastante prometedora como era Perros de Presa, aunque Dino pensó que pasar de un dierctor de prestigio como era Milius a uno totalmente novato como Donaldson era un pelígro para una producción que superaba los 18 millones de dólares.
Así que se descartó al director y Dino y su hija Rafaella se pusieron manos a la obra en la busqueda de uno que aunara calidad filmica y transigencia a la hora de plegarse a las ideas de Dino, tras barajarse varios nombres y caerse todos, llegaría el nombre de un veterano director, Richerd Fleiser creador de películas míticas de aventuras como, Los Vikingos,20000 leguas de viaje submarino o Viaje Alucinante.
Con el director contratado lo primero que hicieron fue una lectura de guión y este no funcionaba por lo que tuvieron que reescribir otra vez la historia.
Thomas y Conway volvieron con una segunda versión y esta seguía sin encajar, como no hay dos sin tres, los guionistas de comics volvieron con una tercera versión y tampoco valía, esto empezó a frustrar a los guionistas que veían una y otra vez como echaba por tierra su trabajo el Sr Laurentis.
A la cuarta versión Dino la dió por aprobada pero una semana más tarde vino con el guión totalmente retocado por él y eliminando "elementos clave" según los guionistas que enfureció a Conway y tuvieron un agrio enfrentamiento entre Conway y Dino que se solventó con el despido no solo de Conway si no tambien de Roy Thomas, Fleisher que ya era un hombre de una determinada edad, vió que tenía que quitarse este trabajo de en medio lo antes posible y se mantuvo al margen de cualquier conflicto.
Sobre el asunto tengo mi propia opinión. Aquí se crearon 3 errores garrafales. el primero por parte de Dino por querer hacer su historia tomó a un escritor de Comics sin experiencia en cine como guionista principal, a ver si eres profano en la matería pensarás que si eres un buen escritor eres bueno y punto, crearas una historia atractiva que funcionará en pantalla, pero no es así por que el cine y las viñetas tienen un tempo totalmente diferente y son dos mundos tan alejados con técnicas tan diferentes que sería como poner a un portero de balonmano a defender la portería de un equipo de futbol.
El segundo error fue el de Thomas, si no has escrito un guión de cine en tu vida, contrata a un guionista cinematográfico que solvente tus carencias y no contrates a tu colega que va a tener las mismas carencias que tú y claro pasó lo que pasó
Y el tercero y más grave es el Fleisher, si no quieres un trabajo no lo coges y punto, pero si aceptas el trabajo de director tienes que asumir las responsabilidades que tiene el cargo y no se puede estar al margen de todo y menos cuando hay conflictos, si no te valen los guionistas, tú como director los tienes que despedir y no dejar que se monte entre el productor y los escritores una bronca que va a llevarse la obra.
Sin guionistas De Laurentis contrató a una verdadera eminencia, el grandisimo Stanley Mann que venía de firmar el guión del ojo de la aguja, pero este ya se enteró de la que se formó con el guión por lo que solo se dedicó a coger el trabajo realizado por Thomas y Conway y darle forma de película sin meterse de lleno en la trama, es una pena que Dino no contratara desde el principio a Mann y dejará a Roy Thomas como asesor que era lo que hizo Milius y que le funcionó tan bien. Por que seguro que esta segunda parte habría sido memorable.
Empieza la contratación del elenco, Dino quería en su película caras conocidas que llevaran a la gente al cine, para ello pensó otra vez en Arnold para que diera vida a Conan y como famosos metidos a actores la modelo Grace Jones que no le venía de nuevas en esto de actuar ya que tenía un montón de cortos a sus espaldas y que hace un papel bastante decente bajo mi punto de vista y el baloncestista de 2,06 metros Wilt Chamberlain, que hace lo que puede el pobre.
Para rodar la película la producción deciden ir a Mexico a las y es empezar el rodaje y empezar los problemas, si recordáis Chamberlain medía 2,06 y con los caballos habítuales en los rodajes en España que solían ser de raza Española o Arabe Chamberlain montado a la grupa daba con los pies en el suelo, aquello era ridículo, buscaron caballos ingleses que daban más altura y grabaron con ellos suponiendo un coste extra para la película y una reorganización de escenas que se tradujeron en retrasos. El resto del elenco lo completaba Olivia Davó que no hace mal papel a pesar de su nominación al Razzi, el actor japones Mako y la maravillosa y sexy Sara Douglas que todos recordaremos de su papel de villana en Superman 2.
El rodaje por parte de Fleischer fue literalmente para quitarselo de encima, hay que recordar que tenía 70 años que ya había realizado todos los éxitos posibles y despues de los problemas vividos con los guionistas se la quería quitar de en medio, sin entrar en problemas por lo que rodo poco y algunas veces mal.
Como director de foto Fleiser se llevó a otra leyenda a punto de la jubilación el grandisimo Jack Cardiff que tomó la misma decisión que fleisher quitandose de encima los planos, que aunque todos están bien no hay ninguno que sobresalga y creerme que podría haber hecho mas con su talento.
Se termina de rodar y vuelven para montar la película.
La primera noticia es la que recibe Dino de Laurentis que en un momento místico decidió quitar de los créditos a Thomas y Conway y el Sindicato de actores prepara una denuncia contra el productor, tras varias reuniones entre abogados Thomas y Conway consiguen aparecer en créditos pero solo como escritores y no como guionistas.
Tras esa victoria los escritores de comics publicaron su historia tal como ellos la veían en una novela gráfica mítica llamada Conan el Bárbaro y el cuerno de Azhoth, que sin ser un fracaso tampoco fue ningun gran éxito, aún así es interesante su lectura para ver la visión que tenían ambos de la película y sobretodo si lo que eliminó Dino era tan crucial o no para el devenir de la historia.
Fleisher con poco metraje rodado por que lo que quería era terminar lo antes posible, es incapaz de montar una gran película y es imposible que los actores destaquen en pantalla y eso se nota en las continuas sobre actuaciones de Jones y del ensimismamiento de Chamberlain que fue imposible de corregir en la mesa del editor.
Cuando se ruedan suficientes tomas, el editor corta de allí y pega de aca consiguiendo que una actuación mala sea pasable, por que no nos engañemos, gran parte de la culpa de las mejores actuaciones de todos los grandes la tienen los montadores. ellos son los que escogen los momentos mágicos que el espectador ve en pantalla y no tienen que ser de la misma toma, es más casi nunca lo és.
Con todo estó Basil Poledouris vuelve hacer su magia y da con su musica la épica que muchas veces carece la imagen.
Pero el resultado aunque parezca mentira por todos los devenires que sufrio la producción no es malo, incluso lo puedo tachar de bueno, siempre que no la comparemos con la primera.
Y el resutado en taquilla fue bestial recaudó solo en EE.UU. 31 millones de dólares siendo un éxito rotundo.
Y esta película cierra el ciclo de cine de barbaros recomendados por el canal, dentro de una semana volveremos para cerrar el circulo con las patochadas que se hicieron con este género y que enterraron por siempre alos Barbaros en el más absoluto olvido por culpa del todo vale.
Gracias por seguirme, suscribeté si aún no lo has hecho y en siete días volvemos con lo que quizá sea LO PEOR DEL CINE OCHENTERO, que llevará de titulo LAS BAZOFIAS BARBARAS... el título lo dice todo. Un abrazo y gracias por llegar hasta aquí