Azul rodada en 1993 y que arrasó en el festival de venecia, es la primera película de una trílogía llamada Los Tres Colores y que representan los valores de la bandera francesa Libertad, Igualdad y Fraternidad.
En este caso Kieslowski nos cuenta la vída de Julie, que tras un accidente de tráfico pierde a su marido y a su hija pequeña, este duro golpe que sufre se acrecenta al ser su marído un famoso compositor musical que está preparando una obra a la unión Europea por lo que la prensa se hace eco constantemente del asunto, Julie decide encerrarse tanto físicamente como sentimentalmente viviendo una vida solitaria e incapaz de llorar como si de una prisión invisible se tratara.
Esta película es una maravillosa obra en donde la puesta en escena y composición de planos es una lección magistral constante, no es de extrañar que sea una de las películas del cine universal que se usan para enseñar a nuevos cineastas a como transmitir sentimiento con imágenes, algo que es tan difícil de conseguir y que en esta película de Kieslowski parece tan fácil.
El movimiento y el tempo están al servicio de la narración no teniendo ningún alarde técnico que no sume a la historia y sin eclipsar a esta, algo tan habítual en nuestros días , creando una obra artísticamente redonda o casi, por lo que os contaré más adelante, el montaje tiene un especial interés ya que somos capaces de entender los sentimientos de Julie sin necesitar diálogos, esto junto a la composición de planos hace que el espectador se vea atrapado en una historia que en principio puede causar rechazo
La fotografía de Slavosmir Idziak es de una belleza pocas veces alcanzadas, dando una predominancia al color azul en honor al título de una manera tan delicada y sutil que se convierte casi en poesía, este trabajo le abrió las puertas a las grandes producciones y demostró su talento en obras como Gattaca o Black Howk Derribado, siendo desde ese momento uno de los directores de foto más aclamado y reputado de la industria.
Sobre el film en su conjunto es simplemente maravilloso, te atrapa como una araña y no puedes dejar de ver y sufrir por las desventuras de una Juliette Binoche que encarna de una forma magistral a la desdichada Julie, pero si pensáis que estamos ante un dramon lacrimogeno estáis muy equivocados, la película marca desde el principio una pauta muy diferente a los dramas al uso, creando una trama más de creación de personajes que de sufrimento de estos, por que Julie esconde mucho más de lo que se supone que es la compañera del gran artista y poco a poco conoceremos a esa mujer que se oculta detrás del gran compositor, todas esas puertas cerradas en la vida de la protagonista marcan la esencia del film que recordáis que son los valores de la republica francesa y que en este caso hablamos de la libertad.
Kristof Kieslowski llega a esta película en un momento de madured artística perfecto, primero por su forma de entender el cine y el arte, no buscando ser un director al uso, solo basta decir que estuvo desde el 66 hasta los años 80 rodando sobretodo cortometrajes, siendo estos verdaderas obras libres de altisima calidad, de esa época es uno de sus primeros largometrajes titulado El Aficionado rodado en 1979 y que aúna sus dos pasiones como son el cine y el movimiento obrero. En otro punto en donde se destacó Kieslovski en esas casi dos décadas de cine y experimentación fueron sus telefilmes donde tenemos que destacar su famoso decálogo.
Su momento de despegue en el largometraje fue con su duología de No amaras y No mataras por esta película recibió el premio especial del jurado en Cannes.
y llegaron los noventa y rodó 4 películas que son obras maestras del cine una curiosidad es que estas cuatro grandes obras las rodó de manera consecutivas del 91 al 94 siendo la primera la doble vida de veronica y acabando por la trilogía de los tres colores, tras eso Kieslowski dejó el cine para centrarse en la literatura.
Y creo que este momento es comentar la chapuza que me hizo odiar a esta película durante años y que me costó perdonar.
Estaba en el cine disfrutando de esta obra y cuando digo disfrutar es decir poco, quedaba algo más de 20 minutos para terminar la pelicula y de repente un microfono se cuela en plano. ¿Como, que demonios? como es posible que en una obra de tal belleza se cuele algo digno de un telefilm de segunda, como es posible que el camara no lo viera, que el director no se diera cuenta en el visionado, como es posible que el montador se le pasara inadvertido un micrófono en movimiento encima de Juliette Binoche. Ese cabreo monumental me hicieron que perdiera la esperiencia de ver el final que tan laboriosamente me habían metido por los ojos y me descafeinó la esperiencia.
Entiendo que muchas personas pensarán que soy un exajerado pero es que no es admisible, es que veo detalles en la pupila del personaje, me hace prestar atención a las manchas de cafe sobre la mesa, a la luz sobre una cucharilla y me cuelas un puto micro.
Pues sí, como podéis observar esta maravillosa película tiene una cagada de dimensiones biblicas que creo que no he perdonado del todo.
Pero aún así micro incluido esta película es altisimamente recomendable y si te gusta el cine y si estas suscrito y por que te gusta, no te la puedes perder, si no estas suscrito y te gusta el cine, hazlo no te vas a arrepentir.
Bueno quiero daros las gracias por llegar hasta aquí y os quiero adelantar que en los proximos vídeos hablaremos de lo que nos queda de trilogía por lo que no os los podéis perder. Ya sabeis que tenemos una cita en una semana, así que ser felices y disfrutar del cine
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