Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de CINEFILIA, veréis pocas veces un dicho tan usado y manido a tenido tanto sentido, la frase popular de "que injusta es la vida" seguro que ha sido usada por nosotros en infinidad de veces y muchas de ellas de manera exagerada, pero es que si tengo que explicar este film con una frase, esa sería que injusta a sido la vida con esta película, un film referente de una época y un genero que curiosamente no ha trascendido a eso que llamamos el conocimiento popular y es que veréis, si hablamos del nuevo cine de terror norteamericano, ese que se realizó a finales de los 60 y buena parte de los setenta, seguro que os vendrá a la cabeza obras míticas del género como es Rosmary Baby o como se mal tituló en españa la semilla del diablo, la profecía, al final de la escalera o el exorcista. pero curiosamente pocos recordarán este maravilloso film rodado en 1972 por el inconmensurable Robert Mullígan.
Por que sí, la película que vamos reseñar hoy, no es otra que la maravillosa obra maestra del género del terror psicológico, El Otro. Film que ha caido en el olvido sin que pueda explicar muy bien el por qué, pero que desde este canal de cine, vamos a intentar sacar del cajón polvoriento de las obras que duermen el sueño de los justos ,para animaros a ver esta maravillosa obra de uno de los autores más controvertidos de la historia del cine y para ello me veo en la necesidad de empezar por su director Robert Mulligan.
Veréis, Mulligan, para ser más precisos Robert ya que tiene como hermano menor uno de los cómicos más grandes de los estados unidos el maravilloso Richard Mulligan y del que soy un admirador absoluto. Pues bien Robert Mulligan fue un director de aquella hornada llamada de la generación televisiva y es que la pequeña pantalla que rivalizaba con el cine, dió una cuadrilla importante de cineastas que hicieron más grande el cine, J. Pakula, Sidney Lumet, Arthur Penn, Sydney Pollack y por supuesto el director que nos ocupa hoy Robert Mulligan.
Su incio en el cine empezó relativamente pronto en 1957 cuando Mulligan junto con la ayuda de su amigo Allan J Pakula como productor realizó el film El precio del éxito, un drama deportivo con un jovencisimo Anthony Perkins como protagonista. Tras ese film llegarían tres comedias romanticas Perdidos en la gran ciudad del 60, El gran impostor y cuando llegue septiembre ambas del 61, hasta que llega un momento que le cambiará la vida por siempre la realización de una obra mítica del séptimo arte un drama que es una de esas obras indispensables del cine, la versión cinematografica de la novela de Harper Lee, Matar a un ruiseñor donde Gregory Peck interpreta a un magistral Aticus Flint en una obra que ha quedado para la eternidad.
Tras esa película podríamos imaginar que su trayectoria como cineasta iria hacía arriba como un cohete y en cierta forma al principio fue así y sus dramas sentimentales conseguian bastante repercusión, un ejemplo fue Amores con un extraño con Nataly Wood y Steve MCQeen o Verano del 42 un drama romantico juvenil que ha llegado a nuestros días como uno de los mejores en su género, el caso es que Mulligan fue pasto de aquella epidemia de adicciónes.
el alcoholismo del director hicieron que tuviera problemas en la industria, un ejemplo fue cuando le despidieron como director de Taxi Driver o años despues en Blade Runner, pero aún así fue rodando películas más o menos importantes pero ninguna llegó al éxito de Matar a un ruiseñor, pero curiosamente en medio de esa época turbulenta se atrevió a ser uno de los pioneros del nuevo terror, ese que se alejaba de los mosntruos de la universal para adentrarnos en eso que se llamó terror psicologico con esta película el OTRO que es uno de los referentes en el género.
Y ahora permitanme que les cuente de que va la trama ye esta compleja y maravillosa película, como ya sabéis los más veteranos sin spoiler para así empujarte a ver el film que reseñamos.
Pues bien, si piensas en un film de esos de terror clásico donde la tensión se marca en un principio, olvidate. La película nos adentra en una historia evocadora de un tiempo pasado, el verano de 1935, allí en una comunidad pequeña viven dos hijos de inmigrantes rusos, los gemelos Perry, ambos son tan parecidos fisicamente como diferentes en su caracter, Holland es un chico travieso y seguro de si mismo, mientras que Niles es un muchacho temeroso y bueno. Por cierto esta película tiene en su reparto a dos gemelos como actores no cayendo en el manido recurso de que un mismo actor interprete a los dos personajes y aunque jovencisimos los hermanos que interpretan a los protagonistas de nuestra historia Chris y Martin Udvarnoky son el ejemplo perfecto de grandes niños actores. Pues volviendo a nuestra historia, el film comienza como la tipica película de aventuras infantiles, Holland haciendo trastadas y empujando a Niles a que le acompañe siendo este al que siempre reprenden por los actos de su hermano, el resto de la familia se alterna entre la felicidad y en la desgracia, la felicidad de la hermana mayor de los gemelos que está embarazada y va a tener un niño y el de la desgracia de la madre que ha enviudado relativamente hace poco y vive una crisis de depresión que la tiene postrada en su habitación.
Holland y Nailes a pesar de haber quedado huerfanos lo llevan como cualquier niño pequeño sin ser conscientes de la tragedia ocurrida, en ese mundo de vacaciones de verano, conocemos a sus vecinos y a sus familiares sobretodo a la abuela de los pequeños la bondadosa Ada.
En esa felicidad y blacura que dicta los primeros compases del film, pronto encontramos pequeñas notas discordantes, cosas que no deben pasar pero pasan, no es algo rotundo si no más bien un pequeño eco que empieza a poner en alerta a los espectadores, veréis Ada tiene con Niles un juego muy especial que viene de sus ancestros slavos, un juego en el cual el niño si se concentra puede meterse en el alma de cualquier persona o animal, ellos le llaman el gran juego.
Y hasta aquí te voy a contar, el resto de la película tienes que verla tu y disfrutarla pero te tengo que avisar, no te dejes engañar de las primeras impresiones del film, aunque de eso nos adentraremos un poco despues.
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Pues bien, esta historia nace de el por aquel entonces actor casi siempre televisivo Tom Tryon un actor con inquietudes literarias que un día tras ver Rose Mary Baby de Roman Polansky le empujó a escribir su primera novela, El Otro, decir que el libro fue todo un bestseller es quedarse corto, aquella novela de terror psicológico fue la sensación del año con lo que Tryon conocedor de la industria preparó los derechos de la novela para una futura película, cosa que ocurrió gracias a que Mulligan se fijó en la historia y quiso rodarla, con coproducción de el propio director y de Don Krance se hicieron con los derechos de la novela en donde tryon tambien actuaba como productor del film comenzando así el rodaje de un film que tendría el apoyo de la Twenty Century Fox.
La película tenía el handicap de que casitodo el mundo conocía la obra que se localizaba en el verano de Conecticud pero el rodaje empezó en otoño y los campos de la región se habían tornado cobrizos por lo que necesitaron buscar un lugar del rodaje que emulara los paisajes narrados en el libro y estos fueron los de california, el trabajo del diseñador de producción de Albert Brener es simplemente excepcional no sólo por que es capaz de cambiar de época del año en pantalla si no que te traslada a los años 30 de una forma veráz y sin artificios, por otro lado la película se agranda gracias al trabajo en la fotografía del maestro de maestros Robert Surtees, quizá uno de los más grandes directores de foto de la historia responsable de obras tán míticas como Mogambo, Ben Hur, el graduado o la fantástica el Golpe.
Aquí Surtees crea un ambiente onirico al principio del film que se va tornando en oscuridad a medida que la película se convierte en más sombría y terrorifica, su trabajo es patente en cada plano del film, plano que acrecenta el bueno de Mulligan con su elegante forma de rodar, su composición siempre acertada y su puesta en escena sencilla y sin estridencias, Millugan capaz de tirar por tierra su futuro profesional debido a su caracter acrecentado por el alcohol tras la cámara es delicado y sutil, su trabajo de una esquisita delicadeza contrasta con lo atroz de los sucesos, ese contraste no fue entendido por el autor de la obra Tom Tayron al que la película le decepcionó.
Pero este no fue el sentir general del publico que respondió acudiendo a las pantallas el poco tiempo que estuvo proyectandose ya que El Otro pasó en tiempo record de la pantalla grande a ser emitida por televisión, quizá con el sentimiento de los productores de que esta obra encajaba más como telefilm que como película de cine y en cierta forma creo que tenían razón, la obra en el formato domestico no pierde en absoluto su valía y ese aspecto bucolico que tenían las series televisivas de la época hacían que el espectador se relajara viendo las aventuras de los gemelos Perry, para que al final el contraste con los sucesos que cuenta son mucho mayores y el impacto entre la audiencia es descomunal.
Al final El Otro se convirtió en una película de culto, pero de culto de verdad no en un éxito tardío que muchas veces llamamos obras de culto a todo film que fracasó en su momento y luego consiguió los laureles del éxito, en este caso no fue así, la obra se mantiene casi en el ambiente más fanático de los aficionados al terror, no traspasando al publico en general que muchas veces desconocen por completo esta película y es totalmente injusto por que su calidad, su tensión narrativa, el ritmo lento pero sin pausa que martillea en el alma del espectador hasta terminar siendo un descumunal trueno que no deja a nadie indiferente se merece más popularidad entre el público y más cuando hay varias versiones dando vueltas por youtube y es que esta película es tan olvivadada que parece que a nadie le importa, por lo que si quieres pasar un rato disfrutando de los desagradable de las películas de terror, no lo pienses más y adentraté en esta joya del terror psicológico que no te va a dejar indiferente cuando llegues al final.
Y nada, con este consejo de cine me voy a despedir no sin antes desearte dos cosas, la primera que seas inmensamente feliz y la segunda como no puede ser de otra forma que vivas el cine
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