viernes, 22 de noviembre de 2013

Breaking Bad, la mejor obra visual del XXI


Sinopsis: Un profesor de química llamado Walter White, vive una vida anodina acuciado por la falta de dinero y con un hijo inválido y una mujer embarazada, le detectan un cáncer de pulmón incurable. Éste ve la solución a sus problemas económicos fabricando y vendiendo meta-anfetamina, con el fin de dejar una vida más desahogada a su familia cuando el haya muerto.

 Reparto: Bryan Cranston , Anna Gunn, Aaron Paul, Dean Norris, Betsy Brand

 Creador: Vince Gilligan

 Comentario del acomodador: En este blog, me prometí solo hablar de cine, cine de calidad que haya pasado el filtro del tiempo, obras maestras olvidadas por muchos y desconocidas por otros. La idea de fomentar el visionado de películas que no fueran las de siempre es el motivo del blog. Solo hice una excepción y fue para hablar sobre la peor película que había visto en mis cuarenta años (Zombie Nation) y hoy vuelvo a saltarme mi norma para todo lo contrario.
 Es curioso como una serie televisiva, considerado este genero por muchos y en el cual me incluyo como un producto menor y de una calidad interpretativa inferior a la media cinematográfica, sea para mi la mejor obra cinematográfica del siglo XXI, muy por encima de obras reverenciadas en exceso como Avatar.
 El creador, Gilligan, era casi un desconocido, sus obras anteriores se limitaban a la serie X Files, lo cual tampoco hacía presagiar nada nuevo en la pantalla pequeña.
 La primera temporada y tras leer la Sipnosis, te esperas un drama social de la América fronteriza y nada más lejos de la realidad, la obra es una comedia de humor muy negro, en donde a decir verdad no destaca sobre otras obras similares. El profesor medio tonto y cobarde y el ex-alumno yonky que parece sacado de una comedia adolescente, te dejan siempre con una sonrisa en la cara y poco más... aunque te sorprendes riendote de cosas que jamás creerías y este es su mayor encanto, quizá el único.
 La segunda temporada, pasa paulatinamente y casi sin que te des cuenta de la comedia ácida al genero policíaco, te das cuenta que la serie va cogiendo peso y que como un guiso casero Vince Gilligan nos está cocinando algo más que una serie, pocos son los que tras ver la segunda temporada no terminen venerando esta obra... aún así, siempre esperas que decaiga como nos tienen acostumbrados en las series, alargando en exceso las tramas por que se han quedado sin ideas... pero en este caso no, es como si Gilligan hubiera escrito todo el guión de la serie y no se plegara ante el gusto cambiante de la audiencia.
 La tercera temporada, la serie da un giro drástico, poco o nada queda de la comedia de los primeros episodios y se centra mas en el drama familiar y en los problemas de las drogas, ahí ya no puedes evitar marcar con una "x" en el calendario el día de la emisión, la dulce mezcla de maldad y bondad, de estupidez e inteligencia que los personajes tienen, los hace reales, humanos, identificables con cualquiera de nosotros y te das cuenta que para llegar a ese punto, el creador nos ha ido encaminando a lo largo de dos temporadas solo para presentarnos a los personajes... un genio que no ha tenido prisa y que ahora yo estoy rendido a sus pies.
 La cuarta temporada, es un western, un maravilloso western que no huye del clasicismo, una obra genial que lejos de decaer crecía en tensión dramática,  Aaron Paul el actor que hacía de chico disparatado en las dos primeras entregas comienza a resurgir con interpretaciones atormentadas que solamente un actor con escuela puede llevar a cabo, un poderío interpretativo al alcance de muy pocos, consigue eclipsar al enorme  Bryan Cranston, actor que espero que algún día sea tratado como se merece.
La quinta temporada y última, es la típica película de justicieros... donde ya todos los actores han dado lo mejor de si y solo queda el desenlace final... que por supuesto no desvelaré.

 Y yo entristecido por que termine, me siento reconfortado al ver que no todo está perdido en el mundo cinematográfico actual, que quedan autores que no nos venden los efectos especiales como un valor supremo en detrimento a las tramas dramáticas.
 Gracias a todos los responsables de esta obra cumbre, actores, directores y guionistas... pero sobretodo a usted Mr Gilligan.
 Beberé una cerveza Bud  a su salud