Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de CINEFILIA, hoy con todos vosotros la película que pone la guinda al recorrido por el cine de Roy Ward Baker.
Y ya hemos llegado al final del camino de este recuerdo al cine de este genial director y lo hacemos con una de mis películas favoritas de eso que llamamos serie B, una maravillosa bizarrada a manos de la Hammer donde se mezclaban artes marciales con vampirismo en esta fabulosa película llamada originalmente como La leyenda de los siete vampiros de Oro.
Os contaré al final del vídeo uno de los errores narrativos más fragrantes en el cine que encima seguro que a más de uno le pasó desapercibido. Pero primero vamos a la trama.
Estamos en Transilvania donde un monje chino recorre los Cárpatos para llegar al castillo del Conde Drácula una vez allí el vampiro es despertado y este le pide que despierte a los 7 vampiros dorados ya que es él el único que puede hacerlo, a Drácula no solo le parece buena idea si no que también le sirve de coartada para fugarse a China, así que mata al monje y toma su forma, tras eso suponemos que el vampiro se marcha a tierras orientales ya que 100 años después el profesor Van Helsing como siempre fenomenalmente interpretado por mi adorado Peter Cushing, narra la maldición de un pueblo que es asolado por 7 vampiros y el resto ya lo tenéis que ver vosotros, pero vamos que os podéis imaginar que van a su encuentro.
La película que hoy es un clásico de culto indiscutible y tiene fans en todo el mundo en el que yo me sumo en su momento fue un estrepitoso fracaso sobre todo en EE.UU. y esto fue debido a que usaron la versión corta de la película y no la que estrenaron en oriente y que hoy en día es la que nos ha llegado y que tiene unas coreografías de lucha realmente memorables, esto es debido a que Saw Brothers que co financiaban el film, exigieron que dichas escenas las rodara Chang Cheng director del estudio Hongkones que le da ese gusto de las viejas películas chinas de artes marciales, por lo que tenemos dos rodajes totalmente diferenciado, Baker para todo lo narrativo y Cheng para las escenas de lucha, con lo que tienes la sensación de asistir a una obra de dos géneros diferentes.
Ahora vamos al meollo ¿Esta película es para ti? te hago esta pregunta por que este tipo de films no es para todo el mundo, te tiene que gustar la serie B más pura, te tiene que gustar las viejas películas de terror y por último no le tienes que hacer ascos a las artes marciales de los 70 si has contestado a todo afirmativamente. Buenas noticias, lo vas a pasar fenomenal con los 7 vampiros de Oro, si has contestado que no, ahórrate el disgusto, por que seguro que no vas a disfrutarla nada y si buscas una de Drácula, pues tampoco por que aparece 2 momentitos en toda la cinta y ni siquiera es el gran Lee, en este caso lo interpreta John Forbes Roberson que está ahí para meter a Van Helsing y lo meten tan a calzador que ahora ha llegado el momento de descubrir esa pifia narrativa.
Estamos en Transilvania en 1804 cuando llega el monje y el vampiro se marcha a China transformado en el. Después nos trasladamos en el tiempo hasta 1904 cien años después de que el vampiro se marchara de Transilvania y bueno hasta ahí todo normal si no fuera por que Van Helsing que tiene unos 70 años dice que se ha enfrentado con el Conde Drácula ¿Y como puede ser posible si lleva 100 años escondido en China? Pues no tiene sentido, vamos a pensar que durante esos 100 años a modo de turista el Conde se marchara a Occidente de cuando en cuando, pero no haría falta tanta dosis de imaginación si en vez de 100 años, son 25 o 30 o 40, no habría pasado nada y tendría más crédito el enfrentamiento entre el príncipe de las tinieblas y el caza vampiros más famoso.
Y dónde la podéis ver, pues la tenéis en FILMIN en suscripción pero también hay unos DVDs que no están nada mal con unos extras bastante provechosos, en fin una de mis obras de culto más bizarras y entretenidas a la que suelo recurrir de cuando en cuando.
Y ya solo me queda despedirme hasta la semana que viene, deseando que seáis muy felices y que vivais el cine
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