Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de cinefilia, hoy empezamos un ciclo de cine basado en esas películas que empatan o superan la obra literaria en la que se basa y aunque en este caso vamos a reseñar un clásico de la literatura noir como es el Cartero siempre llama dos veces un autentico superventas, la versión cinematográfica rodada en 1981 es capaz de empatar con tan prodigiosa novela y es que este remake directo de la película rodada en 1946 por Tay Garnett es ni más ni menos que la cuarta adaptación la historia escrita por James M Cain, veréis ya en 1939 el director frances Pierre Chenal realizó un film inspirado en la novela titulado El último punto de inflexión que en frances sería algo así como Le dernier tournant, tras esa adaptación vendría otra pero esta vez realizada en italia por Luchino Visconti en 1943 títulada Obsession, para que en 1946 ya con el título original se rodara aquel film mítico interpretado por Lana Turner y John Garfield una joya del cine que tendrmos que reseñar más pronto que tarde y terminando con este film ochentero del prodigioso productor y director Bob Rafelson.
Veréis Rafelson no es de esos directores con una larga trayectoria como cineasta ya que gran parte de su vida profesional la dedicó a la televisión, pero como productor de cine tiene como mayor merito haber producido la maravillosa película de culto Easy Rider, obra que resultó ser uno de los films más atipicos dentro de la industria de cine y es que el bueno de Bob Rafelson siempre se movió fuera de los grandes estudios siendo uno de los precursores del movimiento cinematográfico del Nuevo Hollywood donde podemos destacar la maravillosa y singular Mi vida es mi vida película que dirigió y que contaba con la actuación principal de Jack Nicholson, por cierto el Director siempre ha dicho que Nicholson impulsó su carrera como director y por la parte del actor dice que es mentira y que fue Rafelson el que impulsó su carrera actoral, estas idas y venidas de halagos indican la amistad profunda que unen a ambos artistas por lo que no es de extrañar que para realizar esta nueva adaptación de la obra de James M Cain contara con su actor fetiche y creo que tras esta presentación del film ha llegado el momento de comentaros un poco de que va la trama, a pesar de ser una obra reconocida por bastante público siempre me pongo en los zapatos de la gente joven que por edad aún no han podido acceder a esta cruel y maravillosa historia por lo que cómo siempre esta narración de la psinopsis del film queda fuera cualquier tipo de Spoiler .
Nik Papadakis es un inmigrante griego que ha abierto una estación de servicio con restaurante, allí se ha casado con una mujer estadounidense Cora, esta trabaja de cocinera junto a su marido, el caso es que ella por un lado se siente molesta por la procedencia extranjera de su esposo y por otro se siente atrapada en un mundo cerrado el de su casa junto al negocio. Un día llega un pequeño truhan Frank Chambers, un buscavidas que intenta llenar la tripa gratis en el restaurante de la familia Papadakis con una de sus tretas, el caso es que tras decir que es mecanico Nik Papadakis le ofrece un puesto de trabajo en su estación de servicio a lo que este accede empezando así una truculenta relación de atracción animal con la esposa de Nick la bella Cora en un triangulo amoroso que como os podéis imaginar está apunto de explotar al sentir Cora y Frank que el vértice que sobra es Nick y ya no te voy a contar nada más el resto de la obra tendrás que verla tu por que es una joya de película una obre cumbre de los ochenta que no puedes dejarla de lado si es que aún no la conoces y si ya la has visto seguro que te va a apetecer recordar esta maravillosa película protagonizada además de Nicholson por la descomunal Jessica Lunge y por el actor canadiense John Colicos uno de los grandes actores de reparto de la historia del cine y que aquí vuelve a realizar un papel descomunal.
La película que personalmente para mi es la mejor adaptación de la novela, tiene una carga sexual y amoral que no se pudo realizar en el 46 por el codigo Hays, aquel sistema de censura cinematográfica que lastraba el contenido de alto voltaje y la moral de las películas que se realizaron bajo su vigilancia, por lo que a pesar que la versión de Tay Garnett mostraba bastante bien la crudeza de la relación gracias al descomunal papel que hizo la prodigiosa Lana Turner, quedaba bastante lastrado respecto a la película que Raffelson rodó en los 80, el momento de la mesa de la cocina, esa relación casi animal entre los dos amantes, carente de cualquier ternura y siendo más cercano a dos animales en celo que la de dos amantes fue una de las secuencias míticas del cine, su crudeza la hicieron un ícono en el imaginario colectivo que aún hoy sigue patente.
La obra realmente no sigue fielmente lo narrado en la novela, siendo su parte final la que más difiere del libro de Cain, pero en cuanto a la esencia, lo narrado por el prodigioso autor es esta película la que más cercana está y es que el costumbrismo de la historia, las relaciones entre inmigrantes y esposas locales que se casan sólo por su dinero y las dificultades de estas de asumir un rol que no desean y que terminan por detestar al marido, es en esta versión cinematografica donde está totalmente retratado, gracias a la generosidad actoral de la gran Jessica Lunge y por otro lado el del caradura acostumbrado a malvivir que se siente en la posición de tomar el lugar de su patron y que lo encarna un totalmente creible Jack Nicholson en uno de sus mejores momentos hacen de esta obra un imprescindible, película que por cierto tiene una aparición mítica la de Angelica Huston que tiene un pequeño papel como la domadora de circo Madge que aunque la aparición es bastante fugaz tendrá su importancia en la parte final de la historia
Y es que son de esas películas imprescindibles para entender la revolución del cine más adulto en los años ochenta ya que aunque siempre recordaremos esa década por el cine de adolescentes y de aventuras tambien se realizaron obras mucho más maduras y con más fondo y profundidad.
La película una de las últimas obras de la corriente cinematografica del Nuevo Hollywood que empezó alla por los años 60 y que una de sus primeras obras fue la maravillosa Bonny and Clyde, tiene como contrapunto este El cartero siempre llama dos veces, película que la unen bastantes lazos entre ambas y que sin ser exactos podemos decir que marcaron el principio y el fin del movimiento.
Y cómo se pudo mejorar ya un clasico como era la versión del 46, pues entre otras cosas por que de la adaptación de la obra se encargó uno de los mayores guionista, novelista y dramaturgo el grandísimo David Mammet que se enfrentaba aquí con el primer guión de su posterior gran carrera en el cine.
Que junto con la música de Michael Small fueron capaces de crear este retrato tan eficaz y sordido de una historia amorosa a tres.
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Y antes de marcharme, cual es la película que reseñaremos en un par de días, pues la todopoderosa, magica y que fue el principio de algo nuevo en el cine TIBURÓN de Steven Spielberg, que fectivamente está basado en una novela, pero de todos esos datos permitanme que me adentre en un par de días.
Y hasta que llegue ese momento sólo me queda por desearte dos cosas, que seas inmensamente feliz o por lo menos lo intentes y segundo como no puede ser de otra forma que vivas el cine
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