domingo, 17 de diciembre de 2023

El cocinero, el ladron su mujer y su amante

 Bienvenido, bienvenida querido amigo y amiga de Cinefilia, veréis antes de empezar con la reseña me gustaría dejar claros algunos conceptos sobre el film que aconsejamos su visionado y que por la misma razón vamos a dedicarle la reseña, pues quiero decir que para muchos de vosotros esta película no és, os parecerá aburrida, sin ritmo, de una producción extraña y encierta forma quizá no entiendas por que tiene una legión de fieles seguidores en la cual me incluyo y es que si reseño este film lo hago por que para otros muchos de vosotros está película se va a convertir en un descubrimiento, en una joya inolvidable del cine y un film que dificilmente podrás olvidar.

Así que para intentar orientarte en el camino de esta obra que trasciende al cine y descubrir si es para ti o no, acompañame en este viaje grotesco y cruel que os propongo un pasaje hasta el infierno del ser humano rodado por Peter Greenaway en 1989 titulada El cocinero, El ladrón su mujer y su amante.

Veréis antes de entrar en la película, en este caso es fundamental entender la visión del autor, ya que esta obra bebé directamente de un estilo propio alejado de la convención del arte cinematográfico y es que Peter Grenaway viene directamente del arte pictorico, un pintor que quiso adentrarse en el cine para poder encajar música e imagen y es por ello por lo que en esta obra es tan importante la composición músical cómo la creación del film. Greenaway llegaba en un momento creativo excelente, ya se había acostumbrado al arte cinematográfico y empezaba a tener un sello personal alejado de lo que solicita el público y esto es debido, a que el coqueteo con el documental de sus primeros años estaba siendo eclipsado por sus obras de ficción, ya que en 1982 había rodado uno de sus mejores films El contrato del dibujante obra que ya hemos reseñado en el canal y que os dejaré un enlace en la descripción del vídeo por si queréis verla. Tras ese portentoso film decimononico rodó El vientre del arquitecto un drama  en el que se asentaba como una promesa del cine europeo, con esas dos películas que aún conservan un resquicio de cine convencional las productoras independientes tenian en Greenaway como objeto de deseo, más que nada por que venía con aura de promesa del cine tras su nominación a los Bafta y por la selección oficial en el festival de Canes.

Así que cuando buscó fondos para realizar esta película que ascendió a 7 millones de dólares no tubo gran problema en conseguirlo y poder crear su primera gran película totalmente personal alejada del cine convencional, en ella vuelca toda su creatividad en un film que es más una representación operistica que un rodaje de cine

Los escenarios son literalmente decorados teatrales, podemos observar las tramollas del teatro, las estructuras de atrezo en un film que raya lo prodigioso en cuanto al estilo, pero antes de entrar en ese apartado, me van a permitir que comentemos de que va la obra.

Albert Spica es un jefe criminal, el y sus secuaces hacen de la violencia y la extorsión su forma de vida, junto a Albert nos encontramos a su esposa Georgina una mujer marcada por el miedo hacia la violencia de Albert que no duda en ejercerla contra ella y ridiculizarla. Un día Albert y su grupo criminal se acercan al restaurante Le Hollandaise o traducido al español La Holandesa un local que está intentando adjudicarse el mafioso Albert, allí el cheff Richard Borst mantiene un poco la distancia con él y consigue mantener un poco de dignidad al enfrentarse sutilmente con el agresivo Sr Spica. 

Albert Spica comienza a ir todas las noches de una misma semana donde se rien y presumen de sus fechorías o hacen contratos con otros mafiosos, pero bajo la distracción que generan esos encuentros, Georgina se ha enamorado de Michael, manteniendo un romance bajo el amparo del chef  Borst, pero pronto comenzarán las sospechas del marido por las ausencias continuas de su mujer en la cena y ya no te voy a contar nada más, ya sabes que no hacemos espoiler de ningun tipo es un principio del canal que nunca nos saltamos y para poder entrar de lleno en la gloria de esta película volvamos a la producción.

La obra se gesta bajo el amparo de la visión que greenaway tiene del cuadro Holandés (de ahí el nombre del restaurante) Banquete de los Arcabuceros de San Jorge de Haarlem una obra que retrata a unos soldados en medio de una comida y que es el mismo que podemos ver presidiendo el salón del restaurante, sobre esta pintura Greenaway empezó a montar una historia romántica y de celos. 

Al personaje principal que encarnaría Michael Gambon y al que llamaría Albert Spica le dió el perfil de una persona inculta que no lo sabe, un grotesco Gourmet que no entiende de comida y de un charlatan que no escucha, al que solo se le oye a el decir o bien obviedades o bien disparates sin que nadie se atreva a pararlo.

Por el contrario el Amante, interpretado por Allan Howard es un hombre callado, culto, un lector empedernido en el que Georgina la mujer de Spica siente una profunda atracción.

Georgina es una mujer aplacada por el marido, ella, más inteligente y más bondadosa en cierta manera es el mayor rival de Albert Spica ya que es la que con el contraste de la cultura ridiculiza a este, el papel interpretado por una sobervia Hellen Mirren es de esos que dificilmente se van a olvidar y más si llegas a terminar el film cosa que como dije al principio no garantizo.

Y por último el cocinero, Ese artista culinario esa persona que puede tratar de tu a tu a Spica aunque siempre con la precución de saber que estás metiendo la cabeza en las fauces de un león, esa valentía moderada la interpreta como nadie el grandísimo Richard Borhinguer que hace una interpretación maravillosa.

Pero como os comenté antes la idea fundamental del cine de Greenaway y es proporcionar melodías a sus escenas y aquí vuelve a recurrir a Nyman, el caso es que cuando ocurrió la desgracia del estadio Heinsel de bruselas Nyman creo una partitura llamada Memorial, esta partitura pudo escucharse en radio y uno de los oyentes fue Greenaway que pidió que fuera el tema principal para su obra, Nyman que no había aún grabado de forma profesional la sintonía se la cedió y creo la Banda Sonora de esta prodigiosa película una partitura tan barroca como el propio film pero a la vez hipnotica y desagradable.

Greenaway con estos mimbres y una creatividad desbordante vuelve a realizar un film mítico quizá el más grande de su carrera, en este caso la puesta en escena trasciende la pintura, los movimientos de cámara precisos hacen que el especatador nunca se meta en el film, siga siendo un espectador en tercera persona una especie de Boager consciente de que lo está siendo.

Para completar la gloria decir que pudo contar, como si de una opera se tratara con uno de los diseñadores más importantes de la historia Jean Paul Goltier que junto al trabajo en la fotografía de Shacha Vierny hacen de cada plano, de cada escena poesia en escena.

A ver, ahora con la reseña terminada quiero dejarte algunos puntos de vision personales del film para que descubras si es para ti o tienes que dejarla para más adelante, pero antes quiero preguntarte una cosa.

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Pues lo prometido. A ver, la película es densita, no es un film agradable con el espectador en ninguno de los aspectos, su violencia tanto implicta como explicita no se suaviza con una coreografía de planos, el espectador ve lo ocurrido como si estuviera presente en los acontecimientos, esta visión subjetiva del film a veces juega a favor el espectador como puede ser toda la parte final pero la mayor parte de la obra es cruel con él.

Por otro lado el estilo, veréis no hay nada que no ocurra en una escenografía teatral, la búsqueda de o artificial está en constante lucha con las interpretaciones veraces y esos dos caminos son los que van a elegir si es para ti el film o no, si te dejas llevar por las interpretaciones vas a disfrutar mucho de la obra pero si no entras en cierta forma vas a pensar que es una tomadura de pelo.

Mucho he oido de la dureza de este film y es cierto, pero siempre ponen como ejemplo los desnudos que tiene la obra y aquí difiero, en ningún momento los desnudos que contiene la cinta son desagradables o grotescos, todos mantienen un equilibrio y belleza que sientes estar viendo un maravilloso cuadro de rubens, la violencia, la crudeza y la arcada, está en todo lo demás.

Y es que como te digo, muchos de vosotros esta película mejor que la olvideis por el momento, pero ojo, si eres de esos que no les importa ver narrativas nuevas, pues esta película puede ser para ti.

Así que al final queda bajo tu decisión, verla o no es una cosa que te compete a ti, pero creo que ya te he dado suficientes pistas para que tu mismo valores y cómo todo llega a su fin, tambien esta reseña, ahora toca enviarte de corazon dos deseos en forma de hasta luego, el primero que seas inmensamente feliz, el segundo como no puede ser de otra forma que vivas el cine 

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