Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de Cinefilia, veréis hoy comienza en el canal un ciclo de películas míticas en blanco y negro, obras tan descomunales como este consejo de cine que traemos hoy.
Veréis, David Lean que de películas épicas sabía un rato dijo una vez, que no había mayor aventura en el cine con más épica que una simple historia de amor y si esta afirmación tiene un buen ejemplo es esta obra mítica que me cuesta calificarla ya que en cierta forma es un thriler, pero también es un noir y tiene tintes de melodrama clásico y musical, una obra indescriptible en la que sólo podemos llamarla por su nombre, Gilda de 1946 dirigida por Charles Vidor, obra maestra del cine y película que lanzó a la fama a su actriz principal Rita Haword.
Veréis esta película nace como tantas otras obras míticas, siendo algo pequeñito, un film sin más pretensión que hacer cambiar de género a la actriz que en ese momento querían lanzar al estrellato, el caso es que la Columbia tenía en plantilla a Rita Haword desde hacía 9 años desde que rodara en 1937 The game That Kills, su belleza y el trabajo de su marido que por aquel entonces era además su manager Edward Judson hicieron que la joven promesa fuera teniendo más importancia en el estudio, pronto vendrían grandes éxitos comerciales como Sólo los ángeles tienen alas dirigida por Howard Hawks, Seis destinos o Las modelos film tambien dirigido por Vidor, la actriz estaba encasillada en el papel de chica angelical en comedias más o menos ligeras, el caso es que su vida personal se empezó a tambalear desde que en 1943 se divorciara de su marido para casarse con Orson Welles y desde entonces los chismes sobre su promiscuidad hacían que el perfil blanco de la actriz en pantalla se tambaleara por lo que la Columbia decidió dar un cambio de timón y preparar una historia de una mujer totalmente alejada del perfil angelical que tenía y crearla un personaje más acorde al de la Haworth real.
La Columbia se puso en contacto con Virginia Van Up, una de las mujeres con más fuerza en el cine de la época, para que su productora se pusiera manos a la obra con el proyecto, la productora mandó el encargo de escribir una historia a Ellington, un film noir clásico que orbitaba sobre la figura de Rita Haworth, para el guión se encargaría Joe Eshinger, Marion Parsonet y Ben Hetch.
La primera opción de Van Up fue el director Edmond Goulding y como actor principal Humphrie Bogard,
el caso es que llegado el momento, ni el director quería rodar una de gansters, ni a Bogard le apetecía rodar con Haiworth se gún sus propias palabras con rita en pantalla quien iba a verle a él y por si fuera poco el censor Joshph Breen no dio su visto bueno a la historia con lo que Virginia Van Up tuvo que cambiar el proyecto totalmente, la historia no sería de gansters si no de posguerra, con nazis llegados a argentina en un film que jugaba con el misterio y el drama, para ello se lo encargaron a uno de los directores de la casa Charles Vidor que con poco más de 2 millones de dólares tenía que empezar el rodaje de inmediato, el presupuesto ajustado no permitía el uso de cámaras a color, para que os hagáis una idea Las chicas de Harvie rodada en Technicolor el mismo año costó un tercio más que Gilda, Vidor puso como condición que su director de fotografía en blanco y negro fuera Rudolf Maté y para que le diera la replica contrataron a Glen Ford.
Bueno y ahora que nos hemos metido en la preproducción del film, ¿Que os parece que nos adentremos un poco sobre de que va esta película? Mirad ya sé que es un clásico, pero puede ser que nadamás te suene el bofetón, los guantes de Heyworth y poco más, así que estate tranquilo, no vamos hacerte ningún tipo de spoiler por que creeme que esta película tiene unos giros argumentales míticos.
Así que en ese aspecto estar tranquilos.
Veréis estamos en Argentina donde un buscavidas norteamericano John Farrell se gana la vida de mala manera haciendo trampas a los dados a los marineros estadounidenses que llegan a puerto, un día tras vaciarles el bolsillo aun grupo de soldados tras salir del local un ladrón intenta robarle el dinero ganado, pero este desdichado acontecimiento se soluciona gracias a la intervención de un extraño caballero el Sr Ballin Mudson.
Este tiene un local de juego, un casino clandestino donde Farrel consigue trabajo localizando a tramposos como él en el salón, pasa el tiempo y Ballin y John se van haciendo cada vez más amigos Y Farrel asciende hasta convertirse en la mano derecha de Ballin Mudson, pronto éste le desvela la verdad, que el casino sólo es una tapadera de su verdadero negocio la compraventa de tugsteno del que busca crear un monopolio. Un día y tras un viaje de negocio el Sr Mudson regresa con su nueva esposa Gilda una mujer exuberante a la que parece que Farrel no tolera y hasta aquí os voy a contar, ya que la película es una de esas joyas que si no has visto te va a conseguir impactar en lo más hondo del alma y ahora antes de continuar con la reseña me vana permitir un segundo para que les recuerde que este canal sube dos reseñas de cine clásico e independiente a la semana, que si te gusta el cine y crees que te hago pasar un buen rato en Youtube, por que no te suscribes y formas parte de nuestra tribu de cinefilos, y si piensas que el vídeo se lo merece que no se te olvide darme like que me hace muy feliz ver esos pulgares hacia arriba.
Pues lo dicho, el resultado del film fue mucho mayor a lo esperado en un principio, el papel de Gilda se convierte en una especie de astro donde gravitan todas las tramas, su presencia es total, da igual que el personaje este o no en pantalla y diría más son las ausencias de gilda las que marcan el perfil del personaje, las que crean esa subtrama y conflicto que poco a poco va ir dando forma a la película, otro de los aspectos maravillosos del film es su espectacular fotografía realizada por uno de los grandes maestros del cine, el grandísimo Rudolf Maté, su trabajo con la luz pero sobretodo con las sombras crea un espacio único, expresionista a más no poder que consigue no sólo ensalzar el plano y la composición del mismo si no que junto con la silueta y el vestuario diseñado para Rita Hayworth consigue crear imágenes icónicas que trascienden a la película y se considerán iconos de este arte y es que al fin y al cabo el blanco y negro de este film le sienta como un guante, un reflejo del propio personaje que pone titulo a la película Gilda, en cuanto al elenco en el que además de Heyworth y Glen Ford podemos disfrutar de la presencia del gran Gregory Macreidy como Balling, del detective Obregon que lo interpreta Josheph Calella y el encargado de los baños, el deslenguado y valiente Tio Pio encarnado por Steven Geray, pero si hay un personaje que enmudece al resto ese es el de uno que no aparece en pantalla nunca, la voz de Anita Ellis que recrea en el film dos de las canciones míticas del cine, Amado mio y Put the Blame on mame, que Haworth le puso el cuerpo, le dió la coreografía pero Ellis le otorgó la voz
Y es que si este film fue todo un acontecimiento en su momento que encumbró tanto a la actriz que desde entonces siempre fue Gilda y a su director donde toco la cima con este film es por que la historia que narra, libre y perversa que supo saltarse la censura del momento dejando para la eternidad el bofetón de Ford, el guante de Gilda y esa maravillosa presentación de Hayworth en pantalla que nos muestra un amor amargo, unas palabras que duelen más que los golpes en un film que el romanticismo se vive desde el lado oscuro del amor, ese que deja cicatrices.
Y esperando que te animes a ver la película, que te adentres en este film que tiene mucho más de lo que parece, me despido de vosotros no sin antes desearos que seais inmensamente felices y que vivais el cine
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