martes, 19 de noviembre de 2019

El Nadador una joya imperfecta del cine


Es curioso como algo imperfecto puede ser a la vez maravilloso y eso me pasa con El Nadador, película rodada en 1968.
En este caso me niego a contar nada de la trama para que el espectador que siga mi consejo y vea  película tenga esa sensación de descubrir una obra maestra, pero a pesar de no desvelar nada de la historia del film y aconsejo no buscar más información hasta que sea vista la película, vamos con unos datos que creo que os puede ayudar a decantaros para ver este prodigiosa obra.
El nadador nos sitúa en las casas de campo más elitistas de Connecticut, donde un publicista de éxito pasada ya su juventud y metido en la cincuentena Ned Merril está dándose un baño en la piscina de unos amigos, pronto cae en la cuenta de la proliferación de estas en las casas de sus vecinos y es entonces donde piensa que podría llegar a su casa nadando de piscina en piscina como si fuera un río y a modo de reto personal se decide a llevarla a cabo y hasta aquí puedo leer.
La película se basa en un relato corto de John Cheveever y es quizá este relato corto la mejor obra del escritor. El director de cine Frank Perry y su mujer la guionista Eleanor Perry deciden crear una película sobre el relato. Eleanor Perry 15 años mayor que Frank es una guionista muy eficaz y hace del guión del nadador una autentica obra de orfebrería. Por su parte Frank es un director pasable y es quizá esta falta de pericia lo que hace que el film no se convirtiera en un éxito mundial, pero ya llegaremos a este asunto.
Frank Perry contacta con Sam Spiegel para producirla, Sam Spiegel una leyenda del cine, productor de obras tan importantes como La Jauría Humana, Lawrence de Arabia, El puente sobre el río Kwai entre otras. Este enamorado por el proyecto se pone manos a la obra y comienza la producción del film.
El peso de la película la lleva un único personaje Ned Merril y necesitan a un actor de primer nivel para que asuma la identidad del publicista cincuentón de la obra, barajan varios nombres, William Holden, Glenn Ford, Paul Newman y hasta George C. Scott. Pero es al final Burt Lancaster el elegido.
Burt encantado con el personaje da un sí rápido a la producción, su papel no solo conlleva un trabajo interpretativo fuerte y difícil si no también físico, Ned Merril durante toda la película usa solo como vestimenta un diminuto bañador de natación, lo que le obligo a ponerse en forma, hay que recordar que en la fecha del rodaje Burt Lancaster tenía 53 años y tuvo que entrenar duramente durante meses para conseguir la forma física que el personaje requería.
Con el reparto cerrado, una mezcla de estrellas del celuloide como Burt Lancaster  o Janice Rule que ya había trabajado con Spiegel en la Jauría humana, nos encontramos a jóvenes promesas como la joven actriz Janet Landgard o un jovencísimo Marvin Hamlish de 24 años que será el creador de la banda sonora, hay que decir que Hamlish que se estrenaba en este film ha sido varias veces ganador del Oscar de la Academia y creador entre otras obras de la música de El Golpe, Tal como éramos o Chorus Line.
Comienza la preproducción del film y empiezan los problemas, la película necesita de un montón de localizaciones exteriores de chalets de alto standing con piscina, y la verdad que los ricos de Connecticut no les hacía mucha gracia el que entrara un set de rodaje a sus casas por lo que conseguir todas las localizaciones que el film requería se convirtió en un suplicio.
Con el reparto cerrado y las localizaciones contratadas el rodaje del nadador comienza, pero a la vez empieza a demostrarse que Frank Perry no es el director que la obra requería, empieza a abusar de efectos de lente, de usos extraños con el zoom o de camaras lentas que rompen la inercia narrativa del film, Spiegel conocedor de la industria se enfrenta con Perry por el abuso de estos efectos comenzando una guerra en el rodaje, la situación se hace insostenible, Burt Lancaster dijo al final del rodaje que hubiera matado al director si hubiera aguantado todo el film y es que hay que decir que Perry fue despedido y Spiegel terminó tan harto de la producción que decidió no salir en los créditos.
La obra en su parte final se tambaleaba, sin director y sin productor el acabar el film era una utopía, pero Burt Lancaster no se iba a quedar de brazos cruzados, puso 10000 dolares de su bolsillo y se contrató a un joven director de TV llamado Sydney Pollack, el grandisimo director de Indiana que por aquel entonces tenía 34 años y una nula experiencia en el cine, toma con maestría las riendas del film y a pesar de no salir acreditado en los títulos de la película hace un trabajo soberbio y le da el broche final a la película. Hay que recordar que Pollack un año después estuvo nominado a los Oscar por Danzad, danzad, malditos. Pero siempre se ha sentido orgulloso de la película que le abrió las puertas.
Tras todas la peripecias recorridas llega la hora de montar la película y nos encontramos esas cosas que solo pueden ocurrir en el séptimo arte, resulta que los planos rodados por Perry de una forma casi amateur y los de Pollack dan una estructura perfecta al film, onírica e ingenua al principio y dura y despiadada en la parte final, lo que habían sido errores se convertía en un valor imposible de encontrar, las dos visiones de directores tan diferentes hacían de el Nadador una película Perfectamente Imperfecta.
Es por eso por lo que solamente puedo otorgarle un 10. Recomendada a todo el mundo da igual que cine te guste, eso sí plantearos la película como una natación de gran distancia, por lo que tener paciencia y el móvil lo más lejos posible, el final es una recompensa que vale oro. Por si a alguien le queda alguna duda Burt Lancaster que puso su talento en películas como De aquí a a la eternidad o El Gatopardo entre muchas otras, es este film el nadador su obra favorita, es según sus palabras, de la que está más orgulloso. Palabra de Brut.

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