domingo, 21 de junio de 2020

Drácula 1979 la mejor versión de todos los tiempos


Hace tiempo que reseñé la que para mí es la mejor versión de la novela de Bram Stocker Drácula, aunque se resentía un poco por culpa de la financiación, pero su guión, ritmo y actuaciones eran realmente memorables.
Pues hoy vengo con la que es para mi la mejor película sobre Drácula de toda la historia del cine, muy superior a cualquier adaptación anterior y posterior incluyendo el Drácula de Coppolla y és ni más ni menos que la versión que rodó John Badham para la Universal en 1979. Pero permitanme que antes les comente como se gestó esta obra maestra.
John Braham venía de rodar Fiebre del Sábado Noche en 1977, película que le otorgó a Travolta una nominación como mejor actor, en esta película Braham que había hecho su carrera dentro de la televisión demostró que en el cine no solo empataba con los mejores directores del momento si no que otorgaba una sensibilidad y delicadezaa la obra que resaltaba el drama de Tony Manero.
Un día de 1978 Braham fue a Brodway a ver la obra de teatro de la que todo el mundo hablaba, ganadora de un premio Tony y representada por un joven actor llamado Frank Langella que daba un nuevo estilo a un personaje clásico, esa obra era la adaptación teatral de Drácula realizada por Hamilton Deane y John L. Balderston.
El resultado fue que Braham no solo salió encantado de la obra de teatro si no que quiso rodar esa maravillosa historia y rodarla para la posteridad. Para ello necesitaba uno de los presupuestos mayores del cine, 10 millones de dólares cifra que daba la nomenclatura de superproducción en aquellos momentos.
Hay que recordar que la primera película en la que salía Drácula con su nombre fue en 1931 en la Universal por lo que podríamos decir que Drácula regresaba a su casa y regresaba por que desde el 58 la Hammer acaparó la imagen del vampiro y vinculó el nombre Cristopher Lee para siempre a la del Conde, pero si esas obras se caracterizaban por una producción bastante mediocre y más en los 70 donde se perdió la esencia del vampiro para introducirlo en películas de Artes Marciales como La Leyenda de los 7 vampiros de Oro, Braham quería volver a dar todo el esplendor que el personaje se merecía.
Sorpendentemente a la Universal le pareció una idea magnifica y no solo le dio los 10 millones si no que puso a toda su maquinaria a trabajar en el film.
La primera exigencia de Braham fue la de hacer el Drácula de la obra teatral y no el de la novela y para llevar el libreto de la obra de teatro a un guión de cine necesitaban a un especialista en adaptaciones, es entonces cuando sonó el nombre de Walter Duch Richter guionista que había sabido adaptar un clásico como La Invasión de los Ladrones de Cuerpos a una película exitosa como La Invasión de los ultracuerpos. En esta versión del vampiro W.D. Richter acerca la película gótica a una historia de amor prohibido muy cercana a Romeo y Julieta en uno de los mejores guiones que se han escrito para Drácula.
Esta historia de amor y terror necesitaba una música que diera el ambiente gótico y épico que el guión demandaba y contrataron al mismisimo John Williams que hizo uno de los mejores trabajos de su vida dirigiendo a la mismisima Orquesta Filarmonica de Londres, esta partitura fue la base que Coppolla uso para su versión del vampiro.
Ahora tocaba el momento del reparto, Drácula ya estaba decidido Langella iba a continuar dando vida al Conde Rumano, en esta obra los papeles de Mina y Lucy se invierten dando al personaje de Lucy una mujer valiente y temeraria el protagonismo que se merece y dejan a un lado a la sumisa y recatada Mina. Este personaje de una mujer fuerte y que toma las decisiones por si mismas revelándose contra el machismo imperante de la época lo tenía que hacer una joven que diera el perfil y esa actriz fue Kate Nelligan que hizo una actuación magistral encarnando a la rebelde Lucy. Para los rivales del conde necesitaban actores de prestigio para equilibrar la fuerza interpretativa que Langella le daba a su Drácula y no pudieron estar más acertados Sir Laurence Olivier encarnaba al Profesor Van Helsing y Donald Pleasence que encarna al Dr Seaward consiguen equilibrar fuerzas contra un actor ganador de un Tony que llevaba representando al Vampiro durante más de 3 años y comienza el rodaje y los 10 millones se invierten de una forma magistral, los escenarios trascienden a toda lógica, acostumbrados como estábamos al cartón piedra, el inicio en el barco es toda una declaración de intenciones,pero el manicomio, la casa del Dr Seaward, los exteriores y por supuesto el castillo del conde Drácula es alucinante.
Aunque la trama principal de la película es una historia de amor, esta película da miedo, tiene momentos en los que el espectador va a pasarlo realmente mal y tiene para mi el mejor final de todas las películas de Drácula, nuevas y antiguas es sutil pero aterrador.
En cuanto a la trama dista bastante de la obra original de Stocker, simplemente toma prestados algunos personajes pero excepto el nombre y algunos roles poco o nada tienen que ver con el original y tampoco tiene mucho parecido con la obra de teatro ya que Ritchter enriquece la obra dando giros inesperados y subtramas que en la obra teatral no existe.
La película narra el naufragio del Demeter, todos sus tripulantes han muerto excepto el Conde Drácula que ha sido encontrado con vida gracias a la Joven Mina Van Helsing, Drácula sera el invitado del Psiquiatra Dr Seaward en su casa hasta que éste pueda instalarse en el castillo que ha comprado. Drácula caerá profundamente enamorado por la prometida de Jonathan Harker, la señorita Lucy Seaward, pero un extraño acontecimiento pondrá a todo el mundo alerta, Mina Van Helsing muere en extrañas circunstancias, lo que desata el caos en las tranquilas vidas de nuestros protagonistas.
La obra es un alarde técnico por parte de Braham, creando un Drácula encantador y cruel a partes iguales, sus planos exquisitos con una puesta en escena cercana a la de un ballet, da un toque de delicadeza muy extraño de ver en películas de terror. Pero también es un dechado de planos técnicos, donde podemos ver desde planos aereos a maravillosos planos detalle, con unos efectos especiales dignos de una gran producción, una reseña a parte tiene el maquillaje, creo que aún no lo he visto mejor, los vampiros de ojo carmesí van a ser parte de tus pesadillas por algún tiempo.
Pero como no todo va a ser bueno aquí tengo mi único pero a la obra. La película que se estrenó en cines llevaba la fotografía del grandisimo, Gilbert Taylor. Responsable por ejemplo de Star Wars o Frenesí, pues bien hace poco que se ha sacado una versión "mejorada" por el director, donde desatura la gama crómatica dándole un aspecto cercano al blanco y negro, pues bien este cambio se carga el gran trabajo que hizo el gran Taylor y se carga el magnifico color setentero que era toda una delicia, así que si podéis ver la obra con el color original no lo dudéis e ir directamente a ella

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