martes, 2 de junio de 2020

COMA: Un peliculón en toda regla.


Hay veces que te preguntas como una película no ha conseguido pasar el filtro del tiempo, muchas veces es por la falta de actualidad, la película pasó de moda y punto, otras por que son obras densas o complejas muy alejadas del gusto de la gran masa y otras muchas veces por no tener entre sus filas actores o directores de reconocido prestigio.
Pero con COMA sigo sin entender como no es un referente del thriller setentero, al igual que Harry el sucio o French Conection lo son para el genero policíaco.
Da igual con quién hables que es nombrar a Harry Callahan y a todos se le viene a la mente su magnunm y sus malas pulgas, pero dices COMA y nadie a no ser que este muy metido en el género sabe decirte de que película  hablas.
Es entonces cuando dices eso de "pero si es un peliculón" y creo que no hay mejor expresión que defina la película.
Pero dejémonos de preámbulos y vayamos directamente al asunto. 
La obra narra la vida de Sussan Wheeller  una médico residente de cuarto año que sufre la perdida de su mejor amiga en una operación rutinaria, ante lo absurdo de ese coma irreversible intenta buscar entre la documentación cual ha sido el problema, pero las continuas negativas por parte de sus superiores la hacen indagar más a fondo y descubrir que hay un extraño indice elevado de comas en el hospital... Y hasta aquí puedo leer, no pienso contaros nada más de la historia para que tengáis el gusto de ir descubriendo una trama maravillosamente construida por uno de los mejores contadores de historias médicas como es Robin Cook escritor de la novela en que se basa.
Es ahora cuando empezaría a poner en solfa al director de turno, pero en este caso Michael Crichton está en estado de gracia, solo tengo críticas positivas sobre su trabajo de dirección, los maravillosos planos, las puestas en escena, los cambios de atmósferas y sobretodo el tempo que imprime durante toda la película y créanme que en esta obra no es tarea fácil.
Ya que la historia narrativamente empieza lenta, nos tiene que presentar a los personajes, el entorno y la causa detonante para que empiece la aventura, pero donde otros directores hacen algo aburrido y tedioso a la espera de que pase algo, en este film Crichton cambia de género del thriller que va a ser, a un inicio que podría estar en cualquier drama romántico de chico sale con chica pero la cosa no marcha muy bien. Este cambio de genero funciona estupendamente para tener al espectador enganchado y meterte uno de los mejores  MacGuffin desde Psicosis.
Hablar de Crichton es hablar de un director que se mueve como pez en el agua con tramas que cambian abruptamente como ya demostró con el anterior film Almas de Metal y en esta película lo supera con creces.
Aquel rotundo éxito del 1973, le permitió montar un reparto de autentico lujo encabezado por la canadiense Geneviève Bujold, ahora no podemos calibrar lo enorme de esta actriz ya que el tiempo la a ido relegándola a papeles más domésticos dentro de Canadá pero que en los 70 y 80 fue una de las grandes del cine mundial, como secundario de lujo un jovencísimo Michael Duglas y todo un veterano como es Richard Widmark para cerrar este reparto de cinco estrellas, no hace falta decir que todos están excepcionales en sus papeles.
La película que monta Crichton es casi perfecta, tanto en trama, como en reparto y con un tema que no pasa de moda (que no os pienso contar para que veáis la película) ¿Entonces como ha podido ser olvidada si lo tiene todo y si a día de hoy sigue tan fresca como el primer día? Pues un tema de mala suerte.
Os cuento, en la década de los 70 y bien entrado los 80 las películas podían estar en cartelera cerca de un año y en casos de éxito rotundo hasta más, no solo eso, es que pasado un año de su estreno pasaban a ser la primera película de las sesiones dobles donde se alternaba una obra clásica con un éxito reciente.... que tiempos aquellos.
Esta película se pegó quizá con lo más granado del cine moderno, fijaros bien, en el 77 se estrenó el Casanova de Fellini, La profecía, Rocky, Todos los hombres del presidente y Network y el mismo año del estreno coincidió con Annie Hall, Ese oscuro objeto del deseo de Buñuel y de la película que revolucionó a la juventud de varias generaciones, Star Wars.
Pegarte con esas obras tan diferentes entre si, que han resultado ser un referente en la historia del cine cada una en su género y que juntas abarcan todas las sensibilidades que van desde la comedia inteligente, el cine de autor y el mainstream, es casi imposible salir indemne y el peso de estas obras enterraron poco a poco este film que si no lo conocéis os va a sorprender por su calidad tanto artística como técnica y os daréis cuenta y coincidiréis conmigo que mereció más suerte en esto que llamamos clásicos populares.


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