Bienvenidos, bienvenidas queridos amigos y amigas de CINEFILIA hoy venimos con una sesión doble que tendrá su continuación en un par de días por que hoy nos encargaremos de reseñar El Hombre que sabía demasiado de Alfred Hitchcock.
Hay veces que el cine te regala momentos inigualables, el poder comprobar cómo un director de cine aborda la misma película cuando empieza su carrera y cuando este es ya un director consagrado, un regalo que Alfred Hitchcock nos dio cuando rodó El Hombre que sabía demasiado en 1934 y hacer su propio remake en 1956, 22 años después del film que vamos a narrar en esta primera parte
La obra le llega a Hitchcock con 35 años y casi diez de profesión, en plena expansión de su estilo, los años 30 fueron la época en la que el orondo director forjó su marca de la casa y en este film podemos ver algunos de sus elementos carácteristicos que tendrían continuación un año despues en Los 39 escalones donde forjó de una manera eficaz todo lo aprendido durante su incipiente filmografía. Siendo está, los 39 escalones la película que forjó su antes y después en la industria.
Pero volviendo al film que nos ocupa, El hombre que sabía demasiado, es una obra imperfecta con un montaje bastante mejorable pero con una verdad en el oficio que la hizo una de las grandes obras del director, el film que no aguanta el escrutinio de los más racionales espectadores que buscan siempre la lógica en todos los acontecimientos del las películas y que cómo ya dijo el propio Hitchcock "Si la vida ya de por sí no es lógica, por que piden que mis películas lo sean" y tiene toda la razón, el film es para sentarse y dejarse atrapar por la historia que nos cuenta entre otros guionistas el prodigioso Charles Benett, un film cargado de intrigas políticas, espias, asesinatos y hasta sectas ocultistas especialistas en Hipnosis y si crees que no se pueden meter más acontecimientos digamos "Especiales" dejarme que os cuente la trama.
Bob y Jill Lawrence son un matrimonio que pasan sus últimos días de vacaciones en suiza acompañados de su joven hija, un día tras una cena un amigo de estos es asesinado, resultando ser un agente de la inteligencia del ejercito británico, tras ser herido de muerte, este consigue pasar una información a su pareja de amigos, pidiendoles que lleven dicha información al cónsul inglés en suiza, pero esto no va a ser nada fácil ya que los despiadados asesinos secuestran a la hija del matrimonio para evitar que digan nada de lo sucedido.
Cómo hemos dicho antes el film cómo tal no es perfecto y si búscas una película similar a las obras que rodaría Alfred Hitchcock en los 50 pues puede defraudarte, el film está plagado de errores, errores de montaje donde las transiciones enlazadas brillan por su ausencia y dónde los efectos visuales suelen estar demasiado recargados y ser demasiado ñoños, pero de la misma forma que tiene ese tipo de errores técnicos la película tiene eso que pocos filmes lo tienen y no es otra cosa que magia, magia en el encuadre, en la puesta en escena, en las interpretaciones y en un guión lleno de sarcasmo y dobles lecturas que hacen una extraña delicia su visionado y es que una obra no tiene por que ser perfecta técnicamente para ser disfrutada, para que se convierta en uno de esos films que no sabes muy bien por que te apetece ver más que otras películas mejor terminadas y es que la historia que nos cuenta, plagada de acción y sentido del humor con un villano interpretado por el grán Peter Lorre que es más un malvado de opereta que un antagonista al uso o un matrimonio que no hace una escenita a pesar de que tienen a su hija secuestrada y que hasta en esos momentos saben guardar las formas y continuar con ese sarcasmo que se ha convertido en la vida cotidiana de la pareja, donde la heroína, la fuerte, la pistolera es ella mientras que el marido toma el papel de eficaz detective que le lleva a un momento mítico en una clínica dental, si no has visto la película te aseguro que las escenas que ocurren en ese momento te van a poner los pelos de punta y que no puedo dejar de compararla con el momento dental de Maraton Man, aunque aquí hay menos tortura y más tensión.
Hitchcock ya había tocado el thriller en cinco de sus anteriores películas El enemigo de las Rubias , chantaje, asesinato , Mary y El número 17, las dos primeras obras del cine mudo y el resto ya en el sonoro, obras que poco a poco fueron enamorando al director que con el tiempo se convertiría en el maestro del suspense, pero sin olvidar sus maravillosas comedias, por que el autor hasta en sus películas más oscuras siempre metía algo de humor más o menos macabro eso sí
La película que puedes ver tanto en Filmin como en Filmin latino para España y Mexico, pero que si sabes inglés la tienes grátis en Plex, por cierto siempre me pregunto ¿si tan dificil es meter subtítulos en español en esta plataforma? Pero bueno, esperemos que en algún momento lo hagan.
Y volvíendo al film y a la reseña, esta obra posteriormente sería revisitada por el propio director, haciendo un remake nuevo pero casi medio siglo despues, con todo lo aprendido y con el respaldo de una gran productora cómo era la Paramount. ¿ Y cual fue el resultado? ¿Difiere mucho el remake del original? ¿Cual es mi favoríta y por que?. Pues todas esas preguntas tendrán que esperar un par de días a la segunda parte de este vídeo donde podrás saber todos esos datos y muchos más en la reseña que haremos en exclusiva de la versión del 56 y ya sabes que si no te la quieres perder, lo mejor que puedes hacer es suscribirte si es que aún no lo has hecho y darle a la campanita para que te avise cada vez que hay una nueva reseña, pero lo hagas o no, quiero despedirme con un deseo, que seas muy felíz y con una petición que vivas el cine
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