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Veréis a finales de los años 50 un grupo de directores hastiados con el esquema Hollywoodiense de producción y con las listas negras del Macartismo crearon una nueva corriente de cine independiente en los estados unidos, donde la mayor figura era John Cassavetes. Esos pioneros crearon la corriente cinematográfica llamado el Nuevo cine, muy influenciado con olas similares francesas y británicas.
Ese nuevo cine irrumpió en los 60 con tanta fuerza que los grandes estudios perdieron la ejemonía del cine y estuvieron apunto desaparecer, pero con la máxima de si no puedes con tu enemigo uneté a él, los grandes estudios en los años 70 empezaron a reclutar a esos directores independientes para sumarse a una de las corrientes cinematográficas más grandiosas del cine universal ¿y por que os cuento todo esto?. Pues por que sólo en ese contexto podemos entender cómo una película cómo el padrino pudo nacer y es que aunque parezca mentira, la versión cinematográfica de la novela de Mario Puzo estaba abocada al fracaso, pero si quieres saber cómo ha llegado esta obra a ser lo que és en la actualidad, cómo Coppola pudo llegar a ser la máxima figura cinematografica de los 70 y uno de los totem de cine mundial, sientate en tu mejor butaca, preparaté tu refresco favorito y acompañame en esta reseña que nos ocupa hoy, El Padrino de 1972.
La Paramount estaba buscando bases literarias baratas para tener una base novelada para sus producciones, les llegó a sus oidos la existencia de una novela que se estaba escribiendo sobre la mafia y decidieron hacerse con los derechos por unos irrisorios 12.500$, el caso es que Puzo no era ni mucho menos un autor de renombre y la novela aún no estaba terminada, por lo que aceptó la cantidad y un sobresueldo de 80.000 si luego la obra era llevada a la pantalla, esta transacción se hizo en 1967, tres años antes de su publicación y de que el libro llamado El Padrino fuera el mayor Best Seller del 69.
A pesar del éxito popular de la novela, Puzzo no estaba muy contento con ella y no se cansaba de decir que sólo era un medio de ganar dinero, nada más.
La Paramount pensó en hacer una película de bajo presupuesto, con aspecto de serie B con los derechos adquiridos en el 67, pero se encontraron con el problema de que nadie quería rodarla, no había un director sobre el planeta que quisiera hacerse cargo de la versión cinematografica de la novela de Mario Puzzo, si nos fijamos en la disparidad de los directores contactados podemos entender dos cosas, por un lado la desesperación de encontrar a alguien y por otro que les daba igual el estilo de la película, por que algunos de los cineastas eran tan dispares como... Sergio Leone, Peter Yates, Eliah Kazan, Otto Premiger, Richard Broocks, Arthur Penn e incluso Costa Gavras.
¿Y por que no querían dirigir ninguno esta versión sobre la cosa nostra? Pues por que Martin Ritt, los que sois asiduos al canal ya sabéis mi pasión por este director, en 1968 se le ocurrió ser un pionero en eso de narrar las aventuras del crimen organizado moderno en su país, en una película llamada Mafia y que fue un calamitoso desastre de taquilla, dando la impresión al mundo cinematográfico que ese género no llamaba a los expectadores al cine.
Cómo el tiempo pasaba y los derechos caducaban, pensaron que una buena idea era incorporar a uno de esos chicos jovenes que continuaban con la corriente del Nuevo cine estadounidense que llevava más de una decada siendo su quebradero de cabeza para las Major y pronto sonó el nombre de Francis Ford Coppola.
El caso es que el autor no tenía ni una sola película que no fuera un desastre en taquilla, pero su trabajo como guionista en Patton, que hubiera sido pupilo de Corman en producciones de bajo presupuesto, sumaban puntos, pero lo que de verdad le hizo a la Paramount contactar con él, eran sus raices, Ser un italoamericano le dió el puesto.
Coppola como os podéis imaginar se enteró de todo, con lo que muy ilusionado no estaba en dirigir dicho film, pero era una oportunidad que no podía rechazar, así que aceptó hacerse cargo de la dirección.
La productora no se fiaba nada de Coppola, con lo que pusieron de niñera al Editor Aram Avakian y como su asistente a Steve Kesner, ambos tenían que vigilar de cerca a Coppola y reportar directamente con el productor ejecutivo de la Paramount Robert Evans.
Mientras Puzzo y Copolla comenzaron con el guion, el único apartado donde los productores estaban seguros del trabajo de Francis ya que venía de ganar el Oscar como mejor guionista por Patton.
Puzzo y Coppola pronto crearon una sinergia de trabajo productiva donde dieron rienda suelta a la creatividad artística donde Coppola incorporó infinidad de vivencias de su infancia ya que como Michael él era un italoamericano al que aún le sorprendían las costumbres de sus padres, esta verdad hizo que el guion se elevara muchisimo y que Puzzo sintiera que era mejor que su propia obra.
Ahora dejenme que haga una pausa en la producción para comentar de que va la película. Como siempre digo, aunque es un clásico y que muchísima gente ya sabe de que va, voy a pensar en las personas que aún no la han visto y no voy a desvelar nada de la trama, para que te adentres en el film y disfrutes descubriendo esta maravilla de película.
Michael Corleone es un Marine condecorado que regresa a casa despues de combatir en la segunda guerra mundial, va a casa de sus padres para presentarles a su novia Kay Adams, todo seria normal si no fuera que su padre Vito Corleone es el jefe de las cinco familias mafiosas y que pronto un plan intentará terminar con su mandato asesinando no solo a él si no a todos los miembros de su familia, con lo que el joven Michael tendrá que tomar parte en un mundo ajeno a él, con unas costumbres que nos son las suyas y de regreso otra vez a una guerra cómo de la que se había licenciado.
Y ya no te voy a contar nada más, adentrate a vivir este film que simplemente es maravilloso y los que ya lo hemos visto podemos dar fe de él.
Y ahora cierro el parentesis y volvemos con la producción de esta película. El caso es que a medida que Coppola empezó a escribir, comenzó a preparar el casting de la misma y los problemas con la producción no tardarían en llegar. el primero era Michael, la productora buscaba a alguien con trayectoria, un rostro familiar para que llevara a la gente al cine, pero Coppola quería un actor desconocido, uno al que la gente no pusiera en otro papel que no fuera el de el hijo del capo de la mafia y Francis pronto pensó en Al Paccino, la Paramount busco a otros actores Robert Redford , Warren Betty o Ryan Oneil fueron algunos de los nombres que pasaron por el papel, pero todos declinaron encarnar al personaje. La Paramount buscó otros rostros de actores jovenes como Dustin Hoffman o Martin Sheen, parecía que cualquiera les valía menos al que quería el director Al Pacino, pero al no tener otra mejor opción tuvieron que transijir.
Otro de los actores con los que la Paramount y Coppola se enfrentaron fue con Brando. Coppola veía en el genio de la interpretación al personaje ideal para encarnar a Don Vito, un viejo capo de la mafia, lo curioso es que en el momento de rodar Brando tenía 47 años, pero sabiendo la capacidad de tranformación que tenía el actor, Coppola sabía que Marlon Brando era su actor.
La Paramount puso el grito en el cielo, sabían lo complicado que era trabajar con él, que era capaz de arruinar una producción con sus peticiones de primadonna, pero por otro lado Coppola sabía que si conseguia encauzarle podría elevar su actuación en algo memorable.
Pero la productora no pasaba por el aro y puso unas clausulas para su contratación que sabían que Brando no iba a permitir, sabiendo su fama de tacaño le rebajaron el caché a 1,6 millones de dólares casi la mitad de su caché, que además firmara una clausula de no retraso de la producción y por si fuera poco tenía que pasar una prueba de cámara.
Esta última petición era una puntilla para la contratación de Brando, el hacía años que no pasaba un casting y que tuviera que audicionar era una afrenta contra su ego. Pero Coppola tenía un plan perfecto, con la excusa de rodar unos recursos se trasladaron hasta la mansión que Brando tenía y le pidieron que interpretara frente a la cámara su papel de Don Vito. Brando se metió dos algodones, se tiño el pelo con betún e hizo historia. En ese momento el actor cambió para siempre la imagen del mafioso, su voz, sus pausas su aspecto a partir de entonces marcó el estilo a seguir por el resto de actores, con una interpretación que decir que es magestuosa es quedarse corto, simplemente Brando era el dios del olimpo de los actores. Huelga decir que cuando vieron la falsa prueba los directivos de la Paramount sabían que la elección de Coppola era la correcta y empezó la producción.
La productora le daba 53 días de rodaje y Coppola exigía 88, al final aumentaron el presupuesto y le otorgaron 80 días y hay que decir que encima a Francis le sobraron días de rodaje.
Pero su forma conciliadora de rodar, le hacían parecer debil en el trato, confundiendo educación con cobardía, los jefes técnicos se le revelaban y pronto éstos pedían el despido del director. Evan contactó con Kazan para sustituirle, pero Coppola hizo algo que nadie se esperaba. se plantó ante el editor Avakian y su asistente Kesner y los despidió, estos fueron al productor ejecutivo Robert Evans para que no se llevara a cabo el despido y que el que perdiera su trabajo fuera Coppola, pero entonces se toparon con algo que no esperaban, Evan accedió a su despido, ese golpe sobre la mesa resultó ser un acicate para el resto del equipo técnico que dejó de llevarle la contraria y dejar que Coppola hiciera su trabajo.
La reacción de Evans puede resultar extraña ya que puso el a los técnicos para que se chivara de todo lo que hacía Coppola, pero la decisión era clara, con gran parte del tiempo consumido y con la amenaza de Brando de abandonar el rodaje si echaban a francis, Evans tuvo que tragarse su orgullo y transigir.
El resto es historia. La película es un golpe a la cara, un zarpazo de realismo que emana todo el film una joya del cine que marcó posteriormente cualquier película que se enmarcará en la cosa nostra.
Tras el rodaje, llegaba el momento de que Nino Rota le pusiera sonido a la vida de la familia Corleone y creo una de las mejores bandas sonoras del cine universal, una armonía que ha llegado hasta nuestros días y que fue descalificada para los Oscar ya que la base no era original, Rota ya la había usado anteriormente en otro film suyo, pero quien necesita una estatuilla cuando se puede ganar la inmortalidad.
La película aquel año arrasó en los Oscar y fue todo un éxito en la taquilla mundial y cómo la Paramount no creía en el proyecto, parte del pago a Coppola vendría del porcentaje en la taquilla con lo que Francis Ford Coppola se hizo millonario con el éxito del film.
¿Y donde puedes ver esta película? Pues creo que está en casi todas las plataformas del mundo, Netflix, Amazon Prime vídeo y HBO son algunas, pero creo que sabes lo que te voy a decir, esta película es para tenerla en tu filmoteca para poderla ver de por vida.
Bueno y antes de terminar, quisiera hablar del resto del reparto, por que madre mía no se puede tener mejor elenco. James Caan haciendo de sonny, Diane Keaton como Kay, Robert Duvall como Hagen, el grande entre los grandes Sterling Hayden como el capitan McClusckey o mi admiradísimo John Cazale como Fredo. Un reparto de estrellas para una de las mejores películas de toda la historia del cine.
Y cómo os podréis imaginar la próxima reseña será El Padrino parte dos, por lo que si no te lo quieres perder, lo mejor que puedes hacer es suscribirte al canal y darle a la campanita y si crees que se merece esta reseña un premio, me des un like y lo compartas en tus redes sociales y por supuesto dos cosas la primera que seas muy feliz y la segunda ya lo sabes que vivas el cine
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