lunes, 27 de abril de 2020

LA MUJER DE ROJO: Una excusa para hablar de Gene Wilder

Estoy cogiendo la fea costumbre de escudarme en una película para hablar de su director, espero que vuestra indulgencia perdone este defecto mio.
La mujer de rojo es una comedia muy al gusto de la época, mas cercana a un vodevil de teatro que a una comedia cinematográfica al uso, pienso por ejemplo en Ser o no Ser de Lubitsch, pero permitanme que antes de hablar de la película en sí, hable no solo de su actor principal si no de su director Gene Wilder. Por que sí el Sr Wilder es también director y esta es una de sus películas.
Gene Wilder es el actor que representa como ningún otro al hombre heterosexual entrado en los 40 de la época moderna, con un único pensamiento vital y es echar un polvo, ya sea dentro o fuera del matrimonio y de lo cutres y ridículos que somos en cuestiones de cortejo otoñal.
Jerome Silberman que es como realmente su nombre, nació en Milwaukee en 1933 estudió interpretación en la universidad de Iowa y fue un reputado espadachín, cualidad está que le hizo sobrevivir como maestro de esgrima en sus años de juventud que alternaba como conductor de limusinas y actor en algunas obras de teatro. Su primer trabajo en la gran pantalla vino de la mano de Arthur Penn en la película Bonnie and Clyde de  1967 tras ese inicio ya no pararía de hacer cine hasta casi la entrado del nuevo milenio, pero el Alzeimer primero y su muerte en 2016 nos privaron de seguir disfrutando del talento innato de un comediante con letras mayúsculas.
Películas como Los Productores, el Jovencito Frankenstein (donde también fue guionista), Willy Wonka y la fábrica de chocolate o el Expresso de Chicago fueron solo algunas de las obras en las que podemos disfrutar de su talento y que forman parte de nuestros mejores y más entrañables recuerdos de juventud.
Tras una larga carrera como actor en 1975 decide adentrarse en la dirección con una película que escribió y protagonizo que se llamó El hermano más listo de Sherlok Holmes y que tuvo como siempre en su carrera un gran respaldo del público y una indiferencia casi total de la crítica, esta primera película no es un dechado de virtudes, pero entretiene que es de lo que se trata en las comedias, además de esta dirigió, El mejor amante del mundo, Los seductores, La mujer de rojo y Terrorifica luna de miel, con la que cerró en 1986 su etapa como director.
Hay que remarcar el tamden que hizo con Richard Pryor en una media docena de películas y que ataría para siempre el nombre de uno y de otro en un cóctel que aseguraba diversión.
La academia de cine Norteamericana siempre injusta con los comediantes no le otorgó jamás un Oscar por ninguno de sus trabajos, ni como actor ni director ni guionista, aunque estuvo dos veces nominado.
Los que sí limpiaron su cara fueron los Emmy que le otorgaron a Wilder en el 2003 un premio como mejor actor invitado, es curioso como un actor referente de la comedia en tres décadas  no haya sido más laureado, pero es el estigma de intentar hacer reír en las salas de cine.
La mujer de rojo, película que me ha servido de muleta para hablar de Wilder es una de sus mejores obras tanto como actor y  director, escenas míticas como la del aparcamiento son por derecho propio parte de la iconografia del cine.
Su forma de dirigir ya depurada tras la experiencia de las tres películas anteriores hizo que imprimiera un ritmo perfecto, una anticipación al chiste soberbia y un final apoteósico. Si a esto le sumamos a Stevie Wonder que se encargo de meter un puñado de fantásticas canciones a la obra tenemos una de las mejores y más disparatadas comedias de la historia.
Aunque si buscáis críticas y ranking de este film os sorprenderéis de lo injustamente tratada que es la cinta hoy en día, quizá por que sea una comedia y el director un comediante, quizá por la incultura técnica de muchos de los críticos, por que señores si vamos a la técnica y la narrativa esta obra es perfecta, con planos complejos como los de la cornisa, con tiros de cámara absolutamente magistrales como la escena de la calle donde le destrozan el coche o con una puesta en escena magistral, como la escena del parking o el momento del despacho, del uso de contraste narrativo dibujando a dos tipos de mujer totalmente alejada una de otra en su vida y en su deseo y sobretodo de la audaz y veraz forma de retratar al hombre, quizá sea eso lo que escuece a los críticos el verse representados en Gene Wilder y no en Brad Pit.
Si estás aburrido o aburrida en casa y no sabes que ver, créame querido amigo o amiga esta película no te va a defraudar, si no la has visto me lo agradecerás de por vida el consejo, si la has visto ya sabes de lo que hablo.

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